- La Comisión Europea actualizó ayer la lista europea de países con riesgo de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, en la que ha vuelto a incluir a Panamá pero de la que desaparecen tanto Arabia Saudí como territorios de Estados Unidos como Puerto Rico, Samoa Americana o las Islas Vírgenes Americanas.

Bruselas planteó hace un año una lista en las que sí estaban incluidos Arabia Saudí y estos territorios estadounidenses, pero este hecho provocó las críticas de Riad y Washington y finalmente los gobiernos de la Unión Europea tumbaron el documento, obligando al Ejecutivo comunitario a elaborar uno nuevo.

El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, presentó la nueva lista, que está basada en una nueva metodología y excluye a los territorios que generaron más controversia hace un año. Sin embargo, en el documento sí que aparece Panamá, que a juicio de España tampoco debería haber sido incluido hace un año.

En este caso concreto, Bruselas ha detectado “deficiencias” en las medidas adoptadas por las autoridades panameñas para combatir el blanqueo, por ejemplo para identificar a remitentes de dinero no autorizado o la ausencia de mecanismos adecuados de verificación de los propietarios de entidades.

El Ejecutivo comunitario confía en que los Estados miembros den esta vez su visto bueno a una lista en la que entran Bahamas, Barbados, Botsuana, Camboya, Ghana, Jamaica, Mauricio, Mongolia, Myanmar, Nicaragua, Panamá y Zimbabue. Estas doce nuevas jurisdicciones se unirán a Afganistán, Irak, Pakistán, Siria, Trinidad y Tobago, Uganda, Vanuatu y Yemen.

Por el contrario, el análisis de las autoridades comunitarias ha concluido que Bosnia-Herzegovina, Guyana, Laos, Etiopía, Sri Lanka y Túnez han corregido sus “deficiencias estratégicas” en este campo y deben salir del documento.

La actualización de esta lista negra se enmarca en el nuevo plan de acción contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, que quiere centralizar la supervisión de estas prácticas ilegales.

“Como hemos visto con los últimos escándalos, las normas no se aplican uniformemente. El sistema europeo de supervisión es tan fuerte como lo sea su eslabón más débil, por eso vamos a introducir un nivel de supervisión comunitario”, explicó el letón. Esto se canalizará creando un nuevo organismo europeo o con un refuerzo de las competencias de la Autoridad Bancaria Europea.