El fotógrafo donostiarra Kote Cabezudo seguirá en prisión provisional a la espera de que el tribunal que ha enjuiciado su caso en la vista oral que ha concluido este viernes se pronuncie sobre este extremo, una decisión que probablemente deberá resolver antes del 4 de mayo, fecha marcada inicialmente como límite máximo para esta cautela penitenciaria.

El tribunal ha adoptado esta decisión una vistilla celebrada al término del juicio principal contra Kote Cabezudo que ha quedado este miércoles visto para sentencia en la última de la veintena de sesiones en las que se ha desarrollado desde el pasado 7 de marzo.

En esta vistilla, el tribunal ha descartado la posibilidad de poner inmediatamente en libertad a Cabezudo, como había reclamado su defensa, y ha comunicado que dará a conocer más adelante mediante un auto su decisión final al respecto.

Previamente, el letrado de la defensa, Javier Sánchez, había solicitado la excarcelación de su cliente, al entender que la "merece" por el tiempo transcurrido ya en prisión, así como por sus "circunstancias personales, a su estado de salud y su edad (tiene 74 años)", además de por no existir, a su entender, riesgo de fuga dado que tiene arraigo en San Sebastián y ya se le ha retirado el pasaporte.

Sánchez ha sostenido además que pretender que Cabezudo aún pueda difundir material relativo a sus víctimas en internet constituye "una entelequia sin fundamento alguno".

El propio Cabezudo, preguntado al respecto por el tribunal, también ha dicho "merecer" ser puesto en libertad provisional porque ya ha sufrido "diez años de banquillo con una persecución total y diaria tanto personal como familiar" por este asunto, además de no haber disfrutado de "absolutamente ningún" beneficio penitenciario durante su encarcelamiento.

Por su parte, tanto el fiscal como la acusación particular han solicitado mantener en prisión al acusado alegando para ello la existencia de una condena firme de dos años y tres meses de cárcel en una causa paralela que, a su entender, habría que descontar del período de prisión provisional que por lo tanto se mantendría hasta el 31 de julio de 2024.

El fiscal se ha referido asimismo a la posibilidad de que, en caso de quedar en situación de libertad provisional a la espera de sentencia, Cabezudo pueda difundir en internet nuevo material gráfico de sus víctimas que eventualmente hubiera podido sustraer a la acción de la justicia, con el consiguiente perjuicio a las damnificadas que podrían "revivir el sufrimiento" padecido hasta ahora.

La acusación particular ha coincidido en este aspecto con el representante del Ministerio Público, si bien ha hecho hincapié además en el "evidente" riesgo de fuga que, a su entender, existe en este caso ante la importancia de la pena a la que próximamente podría ser condenado Cabezudo. Este letrado ha insistido además en que la libertad provisional sería una "absoluta catástrofe" para las víctimas.