Una joven aquejada de una discapacidad intelectual leve ha asegurado que fue violada por su vecino a pesar de que en un primer momento se ha mostrado reacia a declarar contra este hombre porque, según ha explicado, siente "miedo" y quiere "perdonar y olvidar" lo sucedido. El testimonio de la mujer ha centrado este lunes la primera sesión del juicio por un presunto delito de agresión sexual que se celebrará hasta el próximo miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa y en el que la Fiscalía de Gipuzkoa reclama doce años de reclusión para el acusado.

En un primer momento, estaba previsto que la vista hubiera tenido lugar el pasado mes de diciembre, si bien en aquella ocasión el juicio tuvo que ser suspendido ante la incomparecencia de la víctima que, sin embargo, sí ha acudido este lunes ante el tribunal.

La presunta agresión sexual habría tenido lugar sobre las 2.30 horas del 14 de abril de 2016, momento en el que el procesado acudió a la vivienda de su vecina, situada en un inmueble de Soraluze, en la que la chica residía sola, y comenzó a golpear "insistentemente" la puerta. Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, la víctima abrió creyendo que se trataba de un familiar suyo, situación que el procesado habría aprovechado para "sujetar" a la chica por los brazos, "empujarla hacia el interior de la vivienda" y "conducirla hasta una habitación".

La versión de la Fiscalía sostiene que "pese a sus esfuerzos y gritos", la afectada no pudo "detener" a su agresor, quien presuntamente la "hizo callar" bajo la amenaza de causarle un daño "mayor". En este contexto, el hombre arrojó a la víctima sobre una cama y presuntamente la violó, a pesar de que era conocedor de que padece "una discapacidad intelectual leve".

Durante la sesión del juicio celebrada hoy, la perjudicada ha ratificado la tesis del Ministerio Público, aunque al inicio de su declaración ha explicado que no quería "seguir adelante" con el proceso porque el inculpado, que antes de los hechos era su "amigo", tiene mujer e hijos y no desea que "vaya a la cárcel".

No obstante, de la mano del interrogatorio planteado por la fiscal, ha reconocido que el día de los hechos el acusado llamó a su puerta, entró en su vivienda, la "agarró" de los brazos y la tendió sobre la cama donde presuntamente la violó, a pesar de que ella le pidió "varias veces" que "por favor" la soltara, sin que él, que le mandó callarse, le hiciera caso alguno. Ha relatado que, tras experiencia, ella quería "morir", si bien con posterioridad relató lo sucedido a su hermano y presentó una denuncia por lo ocurrido.

El procesado por su parte ha rechazado haber mantenido "nunca" relaciones sexuales con la mujer y ha señalado que el hecho de que se haya encontrado ADN suyo en la ropa de cama de la víctima responde a que en ocasiones su familia regalaba este tipo de cosas a la víctima. Esta previsto que el juicio continúe mañana con la práctica de nuevas pruebas.