La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a cuatro años de cárcel a tres miembros de una banda georgiana dedicada a robos en viviendas que fueron detenidos el año pasado en Tolosa, mientras que un cuarto integrante del grupo deberá cumplir cinco años por reincidencia. Los hechos, por los que fueron juzgados el pasado febrero en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, se remontan a principios del año pasado cuando, según informó el Departamento vasco de Seguridad, la Ertzaintza recibió una comunicación de los Mossos d'Esquadra sobre una banda que ya había delinquido en Cataluña, entre otras comunidades autónomas españolas.

La Policía Vasca vinculó entonces esta información con las pesquisas que estaba desarrollando en torno a diversos robos perpetrados en viviendas de Gipuzkoa desde 2019 con el mismo "modus operandi" que el señalado por los Mossos.

La sentencia del caso, a la que ahora ha tenido acceso EFE, explica que los acusados viajaron a Gipuzkoa desde Barcelona, el 8 de febrero de 2020, en dos coches alquilados, tras lo que se alojaron en un hotel de Donostia. Posteriormente, la madrugada del 9 de febrero se desplazaron a Tolosa, donde penetraron en varios portales "valiéndose de una ganzúa". "En el interior de los edificios -prosigue la resolución- recorrieron todas sus plantas marcando las puertas de las respectivas viviendas con pegamento aplicado con jeringuillas sobre las cerraduras, para observar si en los domicilios había movimiento de entrada y salida de personas".

Posteriormente, "lograron acceder" a varias de ellas sirviéndose de la misma ganzúa y lograron apoderarse de unas zapatillas de deporte y de una videocámara en un domicilio, si bien en un segundo "no pudieron llevarse nada" porque "fueron sorprendidos" por una mujer que se encerró en el cuarto de baño y "dio inmediato aviso" a la Policía. Poco después, los acusados fueron detenidos esa misma madrugada en las proximidades de los vehículos en los que se habían desplazado a Tolosa, donde disponían de varias jeringuillas y cuatro botes de pegamento, además de varios teléfonos móviles, entre otros objetos.

La sentencia del caso considera estos hechos constitutivos de un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada con integración en grupo criminal y con la atenuante de reparación del daño, por lo que impone a tres de los procesados cuatro años de prisión, mientras que al cuarto le aplica la agravante de reincidencia y eleva su pena hasta los cinco años de cárcel.