DONOSTIA - Un juzgado de Donostia ha ordenado este lunes la retirada del pasaporte al monitor de artes marciales acusado de abusar sexualmente de una joven cuando ésta tenía quince años en el domicilio en el que él residía, aprovechando que la menor pasaba "una mala racha personal".

Después de que los hechos fueran denunciados por la víctima el mes pasado ante la Ertzaintza, el juzgado del caso ha tomado hoy declaración a la chica, que se ha ratificado en su versión inicial, mientras que el hombre, de nacionalidad extranjera, ha negado los hechos.

Al término de esta diligencia, la representación legal de la joven ha reclamado el ingreso en prisión provisional del investigado.

Subsidiariamente, ha demandado, al igual que la Fiscalía, la retirada del pasaporte del monitor con prohibición de abandonar el país, así como con la obligación de comparecer cada quince días en sede judicial.

La abogada de la defensa, por su parte, se ha opuesto a la adopción de cautela alguna y ha solicitado la puesta en libertad provisional de su cliente.

No obstante, en un auto al que ha tenido acceso EFE, el juzgado que instruye el caso ha ordenado, siguiendo el criterio del Ministerio Público, la retirada del pasaporte del hombre en atención a la "gravedad" de las penas con las eventualmente podrían ser castigados los hechos, así como "para garantizar" su presencia en nuestro país cuando sea requerido.

Asimismo, ha rechazado su ingreso en prisión al entender que "no existe riesgo de reiteración delictiva" por parte del monitor, quien carece de antecedentes por hechos análogos, sin que además exista "riesgo de alteración de medios de prueba o de atentar contra bienes" de la joven.

La resolución recuerda, en este sentido, que los hechos se remontan a 2018, fecha desde la que, según la propia denunciante, el hombre "no se ha puesto en contacto con ella".

El episodio de presuntos abusos habría tendido lugar en un contexto en el que la chica estaba recibiendo tratamiento psicológico y de la asistencia social por unos "problemas familiares".

Según la denuncia policial de la joven, ella contaba "todo" lo relativo a esta situación a su monitor, al que le unía una relación de "amistad" debido a la "cantidad de clases" que daba la chica.

El hombre presuntamente comenzó a escribirle a través de una aplicación de mensajería y de una red social "haciéndole ver que sus padres no le apoyaban pero él sí".

Con el tiempo los mensajes "fueron adquiriendo un cariz más sexual" y entre los meses de junio y julio de 2018, cuando la chica tenía 15 años, la "relación" entre ellos derivó, ante la "insistencia" del denunciado, en un "mayor acercamiento".

Un contexto en el que presuntamente habría abusado de ella en dos ocasiones en su vivienda de Donostia, a pesar de "tener conocimiento" de que era menor.

El investigado, por su parte, ha negado "la totalidad de los hechos", ha manifestado que ella "nunca ha estado en su casa" y que su vínculo "se limitaba a una relación de profesor-alumno", al tiempo que ha rechazado haber tenido "relaciones" con ella, así como ser el usuario de la cuenta de la red social desde la que supuestamente se produjeron las conversaciones con la chica.

En cualquier caso, el auto judicial recuerda que los hechos denunciados "tienen el carácter de grave" y señala que, si bien "en este momento procesal nos encontramos con dos versiones contradictorias", existen "indicios de su realidad", dado que el testimonio de la chica resulta "coherente" e incluye "datos concretos del momento y el lugar en el que se habrían producido" los presuntos abusos.