Jonathan Lorenzo, el joven que golpeó a Asier Niebla provocando que este cayera al suelo y quedara inconsciente, quedando en coma y falleciendo dos meses después, ha declarado en el jucio por la muerte del vecino urnietarra y se ha defendido de las acusaciones que señalaron el miércoles, en la primera jornada del juicio, de que había "buscado" la muerte de Asier. "Estaba de fiesta y a las cinco me encontré con mi expareja (Patricia), con la que lo había dejado hacía menos de un mes. La vi, me acerqué a ella y vi a este chico, le di un puñetazo en la cara y de frente", ha dicho al ser preguntado por lo que sucedió aquella noche.

Después ha roto a llorar y ha seguido hablando de forma atropellada: "Llevo dos años oyendo mentiras, no fui con la intención de causar la muerte a este chaval, tal y como está diciendo la acusación. No he podido defenderme hasta ahora, yo no quería que le pasara eso a este chaval, quiero que quede claro. Nadie me quita el sufrimiento que llevo encima, no estoy nada conforme con lo que se dijo aquí ayer, que fui con la intención de causarle la muerte. Fui de frente, un puñetazo, no le llegué ni a dar un golpe contundente, él se tropezó y se cayó de espaldas. Me quiero defender, me han estado machacando, entiendo a la familia, pero es que he oído un montón de mentiras". Su tono, altivo y con un volumen demasiado alto, ha hecho que la Fiscalía le pidiera que hablara "con respeto", a lo que él ha respondido: "Lo siento, perdone".

A preguntas de la Fiscalía, Jonathan Lorenzo ha insistido en que le golpeó "en la cara y de frente, no por detrás" y que "no fue un golpe contundente": "Fui a darle en la cara. Me miró, le miré y le di un puñetazo, y él se cayó. Es que tampoco le pegué tan fuerte, no le di un golpe mortal, le di un puñetazo mal dado. Se me patinó el puño. Y él dio dos pasos para atrás y se cayó". Ha negado que fuera corriendo y con fuerza a golpear a Asier Niebla, aunque admitió que se sintió "impotente" cuando fue a donde su exnovia y vio cómo el fallecido le agarraba de la cintura, "a la altura del culo": "Ahí es donde me sentí impotente, al verla con él, y es cuando le pegué".

Ha declarado Jonathan Lorenzo que, tras golpear a Asier Niebla, unas personas le vinieron "por la espalda", le echaron al suelo y le empezaron "a pegar": "Me defendí, me levanté y estaba Patricia al lado diciendo mi amor, mi amor. Vi al chaval, me eché las manos a la cabeza, me asusté, un chico me dijo que me fuera y me fui", negando que intentará seguir golpeando a Asier Niebla una vez que este se encontraba en el suelo. Ha negado también que tomara carrerilla o impulso para golpear más fuerte o que llevara algún instrumento en el puño para provocar más daño.

Preguntado por el abogado de la acusación particular sobre qué hizo tras salir de la discoteca Gu, ha respondido: "Cuando me fui del Gu (donde había estado con sus amigos), fui a la parada de taxis y me encontré con mi expareja y su amiga, me acerqué a ella para pedirle una explicación de por qué me había dejado y me empezó a gritar Déjame en paz. Le dije que a tomar por culo y me fui. Cuando acabó de montarme el pollo, fui a sentarme 20 minutos a un banco y volví al Gu, pero había un montón de cola. Fui a la parada de taxis y es cuando vi a Patricia yendo al bar SN (de la calle Perujuantxo, donde sucedieron los hechos). Apareció Asier y le agarró de la cintura por la altura del culo. No pude controlar mis impulsos y le di un puñetazo". Preguntado por si Asier se protegió, ha respondido: "No, pero me vio perfectamente". Reconoció que el fallecido en ningún momento le intentó agredir e insistió en que después de golpearle no se abalanzó sobre él para seguir pegándole: "No. Vino alguien por detrás, me tiran al suelo y me empiezan a golpear".

Ha dicho Jonathan Lorenzo que habitualmente no solía beber -"un par de cervezas con algún amigo"- y que no tomaba drogas salvo un día en el que se metió "un par de rayas" con un amigo, pero aquella noche del 12 de agosto de 2018, en la que cumplía 30 años y había quedado con un amigo y dos amigas, reconoció tomar grandes cantidades de alcohol y drogas: vino, varios chupitos, una botella de ron entre los cuatro, cuatro o cinco cubatas en el Gu, y consumió en varias ocasiones "cocaína y MDMA (éxtasis)".

Jonathan Lorenzo ha contado cómo había acabado su relación con Patricia: "Estuvimos juntos siete años y medio y convivimos tres o cuatro años. Ella deja la relación conmigo por primera vez en enero de 2108. Seguimos hablando por whatsapp intentando arreglar las cosas, pero vi que ella no quería volver y lo dejé. Ella a los cuatro meses volvió llorando diciendo que quería volver conmigo y le di otra oportunidad. Y a mediados de julio me dijo un día que iba a dormir con sus padres. Me extrañó, le llamé y me colgó diciendo que la dejara en paz, que estaba agobiada, y me bloqueó todo contacto".

Ha indicado el acusado que "nunca" había visto a Asier Niebla hasta la fatídica noche del 12 de agosto de 2018, aunque en su primera declaración, dos días después de los hechos, dijo que un día había visto a Patricia "entrar con un chico en su casa" y que "creía" que era Asier, aunque no estaba seguro porque le había visto "de refilón en el coche".

Jonathan Lorenzo ha sido cuestionado por su afición a las artes marciales y el gimnasio: "Llevaba tres meses haciendo jiu jitsu, pero no se golpea. Consiste en llaves, retenciones, pero nada de golpeo. Llevaba tres meses haciendo. En casa tenía pesas, nada más. Me dedicaba a hacer mudanzas (tenía una empresa) y me gustaba estar en forma, ya está, para estar yo mejor físicamente y hacer bien mi trabajo".

El acusado ha negado ser agresivo, controlador, posesivo o celoso y ha vuelto a justificar su agresión diciendo que sintió "impotencia" y que no pudo "controlar sus impulsos", golpeándole "en la cara". "¿Cómo voy a imaginar lo que pasó? Si no, lógicamente, no lo hubiera hecho, ni se me pasa por la cabeza quitar la vida a nadie", indicó, llorando de nuevo. Cuestionado por la intensidad de su golpeo a Asier, valoró su fuerza en un "tres" del uno al diez: "Es que no fue ni un puñetazo directo".

Lorenzo, que se enteró del estado grave en el que se encontraba Asier Niebla cuando le llamó la Guardia Municipal al día siguiente y le dijo que se tenía que presentar en dependencias municipales, ha asegurado que "no" se podía creer que estaba "en coma" y que su intención había sido "darle un puñetazo, nada más". En su alegato final, el acusado ha dicho, de nuevo entre lágrimas: "Añadir que no soy ningún asesino. Tampoco un maltratador. Soy una persona normal, pido perdón de corazón a la familia. Sé que no me van a perdonar, que me quieren muerto. No me voy a quitar en mi vida este sufrimiento".