El índice de confianza en el futuro de los jóvenes vascos de entre quince y 29 años se situó el pasado año en los 61 puntos sobre 100, el peor dato desde que en 2013 el Observatorio Vasco de la Juventud comenzó a elaborar el estudio Aurrera Begira sobre expectativas juveniles.

Representantes del Observatorio Vasco de la Juventud presentaron ayer en comisión en el Parlamento Vasco el informe Aurrera begira 2021. Indicadores de expectativas juveniles, hecho público el pasado marzo.

Este estudio se ha elaborado en base a una encuesta online el pasado diciembre y ha servido para actualizar los diez indicadores que resumen la valoración actual y las expectativas de futuro de los jóvenes vascos.

La encuesta concluye que la pandemia del covid-19 ha hecho “mella” en la juventud vasca y así se aprecia en el índice de satisfacción personal, que en 2020 y 2021 ha obtenido las peores puntuaciones de la serie, 74 y 73 sobre 100, respectivamente.

Además, el índice de confianza en las capacidades de la juventud, que expresa la puntuación media que las personas entrevistadas otorgan en ocho áreas como son la capacidad de trabajo, la responsabilidad, la formación, la participación, el espíritu emprendedor, el idealismo, la autonomía y la solidaridad, obtiene el peor resultado desde 2013 y es de 64 puntos sobre 100 en 2021.

Las expectativas respecto a la evolución de la situación personal, la de la juventud en general y la de Euskadi en el plazo de cinco años, a partir de las cuales se calcula el índice de confianza en el futuro, han empeorado también, provocando que el resultado obtenido en 2021, de 61 puntos sobre 100, sea el peor de la serie.

Por otro lado, la valoración que los jóvenes hacen del momento presente, que descendió ya de forma destacada en 2020 (con 64 puntos sobre 100, frente a los 70 puntos recogidos en 2019), ha perdido en 2021 un punto más y se queda en 63 puntos sobre 100.

En cuanto al empleo, la percepción de la situación es más favorable ya que el riesgo de pérdida del mismo o de empeoramiento de las condiciones laborales que perciben las personas jóvenes que trabajan desciende seis puntos, del 48% en 2020 al 42% en 2021. Aun así, el riesgo percibido en 2021 es más alto que el de los años previos a la pandemia (2017-2019), si bien no llega a las cifras que se obtuvieron entre los años 2013 y 2015.

Además, el 62% de la juventud en paro confiaba en 2021 en encontrar un empleo en un año mientras que este porcentaje era del 64% en 2020. Pero si este dato lo comparamos con el registrado en 2019, año en el que la recuperación del empleo provocó la obtención del mejor resultado desde 2013, con un 92%, el descenso es de 30 puntos porcentuales.

trabajo y formación

La expectativa de la juventud estudiante respecto a encontrar un empleo acorde a su formación al finalizar sus estudios se mantiene en las cifras de los últimos años, pese a la pérdida de dos puntos respecto al año 2020.

En 2021, siete de cada diez estudiantes confiaban en encontrar un trabajo acorde con sus estudios cuando los finalicen (74%), el mismo porcentaje que en 2019 o 2017 y muy por encima del 46% de 2013.

Otro dato que mejora es el de la expectativa de tener que emigrar forzosamente al extranjero, que llegó el pasado año al nivel más bajo de la serie. Solo el 8% de la juventud cree que en el futuro tendrá que ir a trabajar al extranjero sin desearlo, frente al 16% de 2013.

El porcentaje de personas jóvenes que en el plazo de un año desearían vivir por su cuenta y creen que no van a poder hacerlo apenas ha variado respecto a 2020; entonces era del 41% y en 2021 del 42%.

En general, se observa que las realidades que vivían los jóvenes vascos en 2013 y en 2021 eran muy diferentes. 2013 fue el año en el que se registraron las mayores tasas de paro derivadas de la crisis económico-financiera de 2009. En 2021, en el momento de realizarse la encuesta, Euskadi estaba en la sexta ola de la pandemia del covid.