El pasado 20 de marzo partieron de Azkoitia dos caravanas destino Polonia, hasta donde se desplazaron con un cargamento de ayuda destinado a los refugiados ucranianos, en especial a los niños y niñas que habían conseguido llegar a dicho país.

Desde la parroquia del municipio de Gipuzkoa se estableció contacto con Cáritas, con el grupo de personas que están trabajando con la población refugiada en Polonia, con el objeto de poder hacer llegar la ayuda.

Previamente, desde la parroquia de Azkoita se llevó a cabo un llamamiento para conseguir enviar hasta Polonia un cargamento de pañales, leche de fórmula y sacos de dormir.

Tras dos días de viaje, la dos auto caravanas, guiadas por Manuel Tamayo y Mikel Gurrutxaga, consiguieron llegar al municipio de Katowice. En un hotel del citado municipio pudieron descargar todo el cargamento con destino a las personas refugiadas y fue en dicho establecimiento hotelero desde donde se realizó el reparto.

El proceso de recepción de las personas refugiadas y de reparto del material fue organizado y coordinado por Cáritas.

Pero la necesidad de esos productos imprescindibles para la infancia iba más allá de Katowice. Cuando los responsables de Cáritas plantearon a Tamayo y Gurrutxaga la posibilidad de que hicieran llegar esta ayuda a otros municipios no lo dudaron y se pusieron al volante de sus vehículos.

Fue entonces, mientras realizaban las labores de transporte y reparto del cargamento, cuando se les presentó la opción de viajar de vuelta a Euskadi, en concreto a Bilbao, con seis personas refugiadas.

Tampoco lo dudaron, aunque han tenido que esperar a que la madre de uno de los menores a los que iban a trasladar pudiera salir del centro hospitalario en el que ha tenido que recibir atención médica.