La cuarta sesión del juicio contra Kote Cabezudo ha comenzado este lunes con la declaración a puerta cerrada de dos víctimas, una de las cuales sufrió presuntamente abusos sexuales a manos del acusado durante una de las sesiones fotográficas, en las que "le tocó lascivamente el cuerpo, los pechos y le introdujo los dedos en la vagina", según recoge el escrito del Ministerio fiscal al que ha tenido acceso este periódico.

La vista oral en la sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa se ha celebrado esta mañana a puerta cerrada, a petición de la acusación particular, que ha reiterado su deseo de que los medios de comunicación no tengan acceso a la señal de audio con el fin de preservar la identidad de las víctimas.

La primera mujer en testificar ha narrado unos hechos que irían más allá de la presunta difusión fraudulenta de imágenes íntimas denunciada la semana pasada por las primeras testigos, y que serían constitutivos de un delito de abusos sexuales, según se desprende del texto de la Fiscalía.

La relación laboral entre la denunciante y el fotógrafo donostiarra se inició el 17 de abril de 2008, cuando la joven, que entonces tenía 19 años, realizó varias sesiones fotográficas con el procesado. Durante el mes de junio de 2009 habrían ocurrido los hechos más graves, cuando en una de las sesiones que el fotógrafo realiza, sin consentimiento de la modelo, "le tocó lascivamente el cuerpo, los pechos y le introdujo los dedos en la vagina".

El fotógrafo negó la semana pasada estas acusaciones e insistió en que sus modelos "nunca han hecho nada que no sepan o que no quisieran. Si no quieren cogen y se van", aseguró a preguntas del Fiscal.

DESNUDA Y SIN INFORMACIÓN "SUFICIENTE"

La víctima mantiene que sin informarle "suficientemente" de lo que perseguía con el material obtenido durante las sesiones, le hizo firmar un contrato para, posteriormente, compartir las imágenes publicadas en las que la modelo "aparecía desnuda y con exposición de sus partes más íntimas", cuando previamente le había dicho que "no se vería nada" de esas instantáneas.

Las acusaciones sostienen que estas páginas estaban registradas a nombre del fotógrafo y eran administradas "bajo su supervisión". Mediante un sistema de previsualización de las imágenes, una vez pulsada la fotografía redirigían al usuario al resto de instantáneas, almacenadas en una base de datos alojada en un proveedor de servicios. Kote Cabezudo era, para el Ministerio Fiscal, el responsable del tratamiento de los datos.

La denunciante señala además que había acordado con el fotógrafo que sus fotos íntimas aparecieran con un seudónimo, a pesar de lo cual el procesado "modificó el nombre" en la web en la que así figuraba y volvió a poner el real, según ha relatado. Continuó siendo así hasta que fue interpuesta la querella, "sin autorización de ningún tipo" de la perjudicada. Añade la Fiscalía que en una de las web que manejaba el procesado aparecían sets de fotografías y vídeos de una mujer que no era ella con el seudónimo que habían acordado.

Este lunes ha testificado una segunda mujer que también acudió al estudio de Kote Cabezudo para someterse a varias sesiones fotográficas a partir del 1 de abril de 2009. El modo de proceder descrito por la Fiscalía es similar, "no informándola suficientemente de lo que perseguía con el material obtenido u ocultándole que la estaba grabando en vídeo". Imágenes en las que la perjudicada aparecería "desnuda y con exposición de sus partes más íntimas" en páginas en las que se ofrecía, previo pago, material pornográfico.

Con el testimonio de estas dos mujeres ha concluído la cuarta sesión del juicio que se celebra desde la semana pasada en la sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa. Kote Cabezudo se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 121 años de cárcel por 32 presuntos delitos de índole sexual, pornografía infantil, estafa y contra la integridad moral de 16 de sus modelos, supuestamente cometidos entre los años 1992 y 2013.

La acusación particular eleva su solicitud de condena hasta 2.338 años de prisión, ya que entre los numerosos delitos que imputa a Cabezudo incluye también 152 de abuso sexual, algunos con penetración.

PROTECCIÓN DE TESTIGOS: PUERTA CERRADA

A petición de la acusación particular, la declaración de las 16 víctimas a las que representa el letrado Marío Díez será a puerta cerrada. Los medios de comunicación no han podido finalmente escuchar directamente los testimonios de las víctimas a través de la señal de audio, como inicialmente estaba previsto y para lo cual los servicios técnicos de la Audiencia de Gipuzkoa habían habilitado durante este fin de semana los medios necesarios.

El magistrado presidente del tribunal, Augusto Maeso, ha dado a conocer a las partes el contenido de un escrito entregado por el abogado de las perjudicadas, que solicita que las declaraciones de sus representadas sean en los próximos días a puerta cerrada, sin posibilidad alguna de seguir las sesiones mediante la señal de audio, como inicialmente parecía estar previsto esta semana.

De hecho, el tribunal ha indicado que los técnicos de la Audiencia de Gipuzkoa habían resuelto durante el fin de semana la incidencia técnica que hasta ahora no había permitido separar la señal de audio del vídeo, con el fin de garantizar en todo caso la protección de las testigos, como recoge el Estatuto de la víctima del delito en el proceso penal.

El nuevo escrito del abogado de la acusación particular ha cerrado la puerta, una decisión sobre la que el letrado se ha reafirmado, "más aún, tras leer algunas crónicas del fin de semana con aportación de datos periféricos", ha indicado. Su solicitud ha sido admitida por el tribunal. Las sesiones, a puerta cerrada, continuarán mañana martes con la declaración de más víctimas. El juicio se celebra en la Audiencia de Gipuzkoa hasta el próximo 7 de abril.