os parques infantiles son un elemento habitual en el paisaje urbano, en el que cabe la innovación, no solo en su diseño, sino también en su fabricación. De ello son conocedores en Jolas, la cara visible de la empresa Electrotalleres Zarautz. Tal como explica su director comercial, Iñigo Isasti, “en 1982, fuimos pioneros en fabricar parques infantiles empleando la madera como materia prima” y desde 2017 lo son haciéndolos “empleando plástico reciclado”.

Y es que en el plan estratégico para 2016 y 2017, en esta empresa zarauztarra se percataron de la “competencia cruel” que tenían de fabricantes provenientes del sur del Estado, Europa del Este o incluso Asia. Siendo conscientes de la necesidad que tenían de diferenciarse, decidieron apostar por el camino de la eficiencia medioambiental, y más teniendo en cuenta que era uno de los valores “que estaba llegando a la sociedad”. Después de algunos análisis, vieron que era factible utilizar plástico reciclado para la elaboración de sus parques; iniciaron los primeros ensayos y hasta hoy.

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Este plástico, es el que la ciudadanía deposita en los contenedores amarillos, lo que se conoce como materia prima de “segundo ciclo” o “segundo nivel”, como apunta Isasti. En el caso de Jolas, lo obtienen de la empresa alemana HAHN Kunststoffe, que se encarga del procesamiento y de crear los perfiles plásticos reciclados. Una vez dichos perfiles llegan a Jolas, se encargan de transformarlos y convertirlos en estructuras, no solo de parques infantiles sino también de mobiliario urbano o circuitos de gimnasia exterior, que son parte de la oferta del catálogo de la compañía guipuzcoana.Estos productos acabados es probable que se hayan cruzado con la vista de buena parte de la ciudadanía guipuzcoana, ya que los ayuntamientos son sus “clientes principales”. También hacen negocio con la Diputación, los colegios o el sector privado, como es el caso de hoteles o constructoras. Y aunque su mercado se centra en la CAV, Navarra y el resto del Estado, también exportan a Portugal, Francia “y estamos abiertos a más países”.

En estos cinco años desde la implantación del plástico reciclado como material, aún no han tenido tiempo para vislumbrar el crecimiento económico, “de momento”, sino que “nos estamos manteniendo”, pero sí hay elementos e ideas en el horizonte. Acaban de conseguir la certificación de ecodiseño en sus productos, lo que, después del estudio de implantación de ocho o nueve parques infantiles, supone una reducción del 18% en la emisión de carbono. El siguiente paso, para continuar esta rueda de reutilización es conseguir el kilómetro cero en la fabricación de los perfiles plásticos y “esa tecnología alemana, traerla aquí”, cuenta Isasti. Una idea con la que su plantilla crecería “exponencialmente”. Eso sí, desde Jolas animan a sus competidores a incorporarse al “ciclo de la economía circular, porque batallar solo cuesta” y la labor en grupo es necesaria para que “estas soluciones sean aceptadas en los organismos públicos”.