La sexta ola de la pandemia en Euskadi empieza a dar signos de remitir. Así lo ha confirmado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, durante su comparecencia de esta mañana tras el Consejo de Gobierno. Pero pese a este cambio de tendencia, Sagardui ha apelado a la "prudencia" porque sigue habiendo muchos contagios (un total de 5.502 este lunes) y la presión en los hospitales se mantiene alta.

"Hemos iniciado una bajada lenta en la evolución epidemiológica, pero hay que tomar el cambio de tendencia con prudencia porque los datos siguen siendo muy altos", ha señalado la consejera. Además, ha recordado que hay 717 personas con covid ingresadas en las plantas de los hospitales vascos, 75 menos que hace una semana, y otras 131 ocupan una cama UCI, ocho menos que hace siete días.

Ante esta situación, Osakidetza continúa en el escenario 3 de 5. "Eso implica dejar otras tareas para centrarse en la atención de esos pacientes", lo que está afectando también a "la atención primaria", ha aseverado Sagardui.

Lejos del récord de positivos

Esos más de 5.000 casos están, en cualquier caso, lejos del récord de 11.712 positivos en un día registrados a finales de diciembre. La consejera ha atribuido esta disminución a la bajada de las interacciones sociales tras la Navidad, a las nuevas restricciones y a los nuevos protocolos.

No ha hecho referencia, sin embargo, a la reducción del número de pruebas diagnósticas pero ha insistido, a preguntas de los periodistas, que se han llegado a realizar 36.000 pruebas en un solo día y la media en estos momentos es de 22.000, que "no son pocas". Y ha añadido que se están haciendo pruebas diagnósticas con mayor rapidez

Asimismo, ha recalcado que "Osakidetza ha realizado las pruebas que han sido necesarias", y no hay "no hay limitación de pruebas", quien requiera un test o una PCR "lo tiene garantizado".