uando el ocio nocturno comenzaba a asomar ligeramente la cabeza, a salir del agujero de casi dos años de restricciones, cierres y ruina económica, llega un nuevo golpe, "el más duro de todos", según indican los propios hosteleros afectados. No es para menos. Han sido apenas dos meses de trabajo más o menos normal y ahora se quedan sin Nochevieja, una de las noches más potentes del año para el ocio nocturno, y con fuertes restricciones de horario y aforo al menos hasta el 28 de enero. Una situación que les está ahogando económicamente. Están quemados, desmoralizados, cabreados, resignados, y critican duramente la forma de actuar del Gobierno Vasco.

Iñaki Galarza, Café Irun: "Nochevieja es el día de mayor facturación"

"Que a tres días de Nochevieja te vengan con esto... Estamos resignados. Somos conscientes de cuál es la situación, de que hay contagios, pero se podía haber organizado de otra manera. El ocio nocturno siempre es el culpable, todas las hostias son para nosotros", lamenta Iñaki Galarza, socio y gerente del Café Irun, que había organizado "un cotillón clásico, con fiesta y consumiciones" a 30 euros por persona, cantidad que tendrá que devolver a todos los clientes que ya habían pagado. "No hay otra, nos toca devolver el dinero. Hemos hablado algunos hosteleros de hacer alguna fiesta tipo cotillón un poco más adelante, pero no sé si tiene mucho sentido", indica Iñaki.

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El gerente del Café Irun reconoce sentirse "quemado y desmoralizado". Se le nota en la voz: "Me faltan hasta fuerzas. Todo esto está siendo un desgaste enorme". Dice que la normalidad ha durado en el ocio nocturno "dos meses, o sea, nada". Apenas octubre y noviembre, porque en diciembre ya ha notado un importante "bajón": "Se han caído eventos, cenas de empresa, reservas en las que se presentaban la mitad de personas... Suele ser un mes fuerte y ha sido muy malo. También se ha notado lo del pasaporte covid. La caída este mes ha sido importante y, además, estamos muy preocupados de cara al año 2022, a ver qué puede pasar".

Incidiendo en la Nochevieja, expone Iñaki Galarza que es "el día de mayor facturación del año" para el Café Irun. Pero él va más allá: "Eso ya está perdido y me fijo ya en el año que viene, no sabemos qué primer trimestre nos espera, si vamos a estar cerrados o con restricciones. Dicen que la sexta ola va a pasar rápido, pero para nosotros un mes es mucho". Por tanto, pide una "reacción" a las instituciones: "Lo único que puede hacernos sobrevivir son las ayudas directas".

Cree el gerente de este local irundarra que la fijación de las instituciones con la hostelería es "injusta": "Primero hemos tenido cerrado y luego hemos tenido que adaptarnos a todo. Limpiar, hacer de policías, ahora el pase covid. Y otra vez a cerrar. La hostelería ha hecho un gran trabajo, pero se nos ha puesto el foco. Es injusto, a los hechos me remito. Después de casi dos años de pandemia, se ha demostrado que la hostelería ha hecho bien su trabajo".

Álex López, Dabadaba: "Esto supone un marrón financiero importante"

El Dabadaba había preparado con especial mimo "un cotillón informal, con DJ", cuenta Álex López, socio y programador de este conocido local situado en Donostia. "Iba a ser una fiesta a nuestra manera, pero nos hemos quedado sin nada", lamenta. Iban a tener "llenazo" a 60 euros la entrada, cantidad que ahora deberán devolver: "Vamos a intentar ofrecerlo como canje por entradas a futuros conciertos, pero la gente podrá hacer lo que quiera. No cabe no devolver el dinero si nos lo piden".

Expone Álex López que la Navidad suele ser una época de "hacer bote" y que estas nuevas restricciones suponen "un buen marrón financiero". Y no solo por la Nochevieja, sino por lo que les espera al menos durante el próximo mes: "Todo esto afecta directamente a nuestra línea de flotación y nos hace plantearnos muchas cosas. Nosotros somos una sala que trabaja con base en una agenda, con bastante previsión, pero ahora mismo no tenemos la certeza de si podremos trabajar dentro de un mes o de cómo podremos hacerlo. ¿Quién nos dice que en abril no va a haber otra ola? Volvemos a pagar los mismos por la no gestión o la dejación de quien nos gobierna durante los dos últimos años".

El socio del Dabadaba critica duramente al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco: "De todo esto que te he dicho no se dan cuenta los que toman decisiones. A algún artista ya le habíamos pagado los billetes para venir. Ahora, ese dinero perdido. No hay ayudas, las únicas que hemos recibido provienen del sector de hostelería, se puede hablar de la desaparición de Cultura. Hay un consejero, que es Bingen Zupiria, que da ruedas de prensa pero no dice nunca nada sobre las salas ni los conciertos. No hay interlocución con ese departamento. El agujero financiero es importante y este es el golpe más grande de los dos últimos años".

Borja Martínez, Gu San Sebastián: "Nos dejan con muy poco margen de maniobra"

El Gu se preparaba para un cotillón de los de toda la vida. Fiesta con vistas al mar, bebida, música y ambientazo durante las primeras horas del nuevo año. A 80 euros la entrada. Pero ahora se quedan sin fiesta y con la obligación de tener que devolver ese dinero a las personas que habían adquirido la entrada con antelación. "Es un golpe muy duro", admite Borja Martínez, responsable de eventos de Gu San Sebastián. "Teníamos todo organizado, el género comprado, íbamos a decorar el local. Habíamos hecho una apuesta muy fuerte por una noche especial, con una inversión potente, y ahora nos han dejado muy poco margen de maniobra", lamenta, para criticar que se deberían haber tomado decisiones "antes": "Si lo sabemos hace un par de semanas, actuamos de otra manera. Perdemos un día de trabajo potente. Había contratado personal extra".

Explica el responsable de eventos de este local donostiarra que "ya son muchos meses muy duros". "Ahora vuelta a lo de antes y no sabemos hasta cuándo seguiremos teniendo restricciones. A ver qué pasa estas próximas semanas". Además, no cree que cerrar el ocio nocturno sea la solución: "Me gustaría saber si la gente se va a quedar en sus casas. Hemos tomado todas las medidas y no sabemos qué más hacer. Somos los peor parados económicamente".