- Más de semana y media después del temporal que causó importantes incidencias en el conjunto de Gipuzkoa, sus consecuencias son todavía palpables en el puerto deportivo de Hondarribia. La antigua dársena de Molla continúa anegada en gran medida por desechos arrastrados por la corriente del Bidasoa, restos de troncos y follaje en su mayor parte, mientras las tareas de limpieza de la instalación avanzan con mayor lentitud de la que gustaría a muchos de los usuarios del recinto.
Y es que con los restos del temporal de por medio, muchos de las embarcaciones atracadas en el puerto no pueden hacerse a la mar, lo que ha causado indignación entre los propietarios de los barcos. Es por ello que un grupo de usuarios se reunió ayer con la nueva responsable de la Capitanía de Euskadiko Kirol Portuak (EKP) de Hondarribia, Olatz Muñoz, que estrenó el cargo a principios de diciembre.
Entre los temas que le plantearon a Muñoz, los usuarios apuntaron a la escasez de personal de limpieza que actualmente está trabajando en retirar los desechos del temporal, pues según declararon ayer a NOTICIAS DE GIPUZKOA, solamente dos operarios han desempeñado dicha función en los últimos días.
A pesar de ello, los usuarios se mostraron satisfechos tras la reunión con la responsable de la Capitanía de Hondarribia, asegurando que su voluntad de poner una solución definitiva a la problemática dista mucho de la de su predecesor. "Este no es un problema nuevo, ocurre prácticamente todos los años, pero parece que ahora han cambiado las cosas y se van a tomar medidas al respecto", explicó uno de los asistentes al encuentro con Muñoz, que adelantó a sus interlocutores que desde EKP se están barajando medidas de cara a prevenir este mismo problema en futuros temporales.
De igual forma, algunos usuarios del puerto han hecho pública su intención de colaborar en la retirada de los desechos de forma voluntaria, con el finde de desbloquear la salida al mar desde los sectores más afectados del recinto. Con la mano tendida, los usuarios se encuentran a la espera de una respuesta por parte de la Capitanía de EKP, que es la responsable de la limpieza del recinto.
