Las personas residentes en el barrio Garagartza de Mendaro y en el barrio elgoibartarra de Altzola difícilmente olvidarán la "pesadilla" que vivieron la noche del jueves.

Las intensas lluvias de los últimos días provocaron el desbordamiento de los ríos Deba y Kilimon, causando importantes inundaciones en calles, parques, garajes y viviendas. Además, durante buena parte de la jornada de este viernes Mendaro ha permanecido incomunicada por carretera, por lo que desde las instituciones públicas hicieron varios llamamientos a la ciudadanía del entorno para que no acudiera al Hospital comarcal "aunque se tuviera cita para consulta".

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Del mismo modo, la Ikastola de la localidad se ha visto obligada a mandar a los escolares a casa ya que tan solo tres profesores han podido acudir a su puesto de trabajo y les ha resultado imposible mantener al alumnado en las burbujas que requiere la situación de emergencia sanitaria actual.

Así las cosas, los vecinos de Altzola y de Garagartza han reconocido a este periódico que no recordaban una situación similar desde las trágicas inundaciones del año 1988 y, si bien los daños ocasionados en esta ocasión han sido menores que los de entonces, ahora también deberá pasar un tiempo hasta que los citados barrios de Elgoibar y Mendaro recuperen la normalidad.

La mendaroarra Ainara Argoitia reside desde hace 11 años en el número 3 de la calle Trinidad del barrio Garagartza y reconoce que "aunque en alguna ocasión sí nos había entrado algo de agua al portal, nunca antes habíamos vivido algo parecido". Tras pasar la noche "en vela, mirando al río Kilimon", este viernes se ha visto obligada a permanecer, junto a su marido y sus dos hijos, en el interior de su casa.

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No en vano, el agua alcanzó "en torno a 1,75 metros de altura" en el interior de su portal, por lo que ni ella ni el resto de vecinos han podido salir a la calle. A primera hora de esta mañana afrontaba la situación que le había tocado vivir "con resignación y con mucha impotencia porque no podemos hacer nada. Nuestro edificio ha quedado como una isla y en torno al mismo solo vemos un mar de agua", indicaba.

Sin televisión pero con luz

A pesar de esa realidad, Ainara reconocía que "al menos estamos todos bien y aunque estamos sin televisión al menos tenemos luz"; una circunstancia que cambió pocos minutos después de las 10.00 horas cuando, para colmo de males, el portal se empezó a llenar de humo y los vecinos del mismo no tuvieron otra que salir a los balcones para poder respirar sin riesgo a intoxicarse.

Al parecer, el agua y la humedad provocaron un cortocircuito en la caja de registro del portal lo que, unido a las dificultades para que los bomberos pudieran acceder al lugar, generó una situación todavía más angustiosa para las personas residentes en Trinitate kalea 3.

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En cualquier caso, el desbordamiento de los ríos Deba y Kilimon (este último desemboca en el Deba en las inmediaciones de Garagartza) ha provocado daños en la gran mayoría de las casas y portales existentes en las calles Trinidad y Garagartza de Mendaro.

Sonia e Iñigo son dos vecinos del número 21 de Garagartza que durante la mañana de este viernes intentaban achicar el agua que había anegado sus garajes.

Según contaban, "el río Kilimon empezó a desbordarse a eso de las 17.30 horas de la tarde del jueves y para entonces ya empezaba a entrar el agua en algunas casas y garajes. Sin embargo, durante toda la tarde no paró de llover, por lo que el río siguió subiendo y subiendo y la situación se fue complicando cada vez más".

Lo peor llegó durante la noche: "Hacia las 23.30 horas unos vecinos nos avisaron para que quitáramos los coches que había por la zona porque parecía que el río todavía iba a subir más", señala Sonia, que regresó a casa "hacia la 1.30 horas de la madrugada".

Para ese momento "aún quedaba en torno a un metro para que el agua entrara en nuestro garaje, que es el que está más alejado de la zona que se ha inundado; pero a eso de las 5.00 horas me levanté para ver cómo estaba la situación y el agua ya había alcanzado cerca de un metro de altura en el garaje".

Iñigo, vecino de Sonia, lamentaba que las instituciones "ni dragan, ni limpian ni retiran los árboles" que hay en el río Deba por lo que considera que "si siguen sin hacer nada, situaciones como la que hemos vivido ahora volverán a repetirse".Parroquia, portales y viviendas en Altzola

En el barrio elgoibartarra de Altzola la situación vivida la noche del jueves también fue de lo más angustiosa. El río Deba se desbordó y acabó anegando el parque del barrio, la fábrica de Aguas de Alzola, la parroquia y varios portales y viviendas.

Con la imposibilidad de acceder por carretera a Mendaro, durante la mañana de este viernes Altzola se ha convertido en el lugar de encuentro de los profesionales de buena parte de las televisiones estatales que están cubriendo las consecuencias de las inundaciones en Gipuzkoa.

En Bainuetxeko Zumardia, donde se ubica la fábrica de Aguas de Alzola, el agua anegó la planta baja y los sótanos de la citada empresa, que a través de las redes sociales reconocía su "impotencia antes la cuarta inundación en ocho años" y criticaba "la desidia de las administraciones que no solucionan los problemas que nos conducen a esto".

En el numero 4 de esa misma calle Mertxe Morales se afanaba en sacar el agua del portal. Se pasó "toda la noche pendiente del río y poniendo mantas y sábanas en la puerta del portal para intentar que entrara el menor agua posible". La labor que llevó a cabo junto a familiares y vecinos dio "bastante buen resultado" y "tan solo ha entrado agua en una habitación", señalaba sin poder evitar las lágrimas que le servían para descargar la tensión acumulada durante "muchas horas de angustia". Arropada por su vecina Ana Isabel Ruiz, Mertxe agradecía "el apoyo de los vecinos porque en una situación así es muy importante sentir ese acompañamiento".

Del mismo modo, Regina Isasti trataba de sacar el agua y el barro que había entrado en la casa familiar situada en el número 2 de San Juan Enparantza de Altzola, junto a la parroquia, que también resultó completamente anegada. Regina lamentaba los daños ocasionados por el desbordamiento del Deba pero "en vista de la que se avecinaba, la tarde del jueves pusimos los electrodomésticos y todo lo que pudimos en altura y parece que el agua no les ha alcanzado".