La persona cuya cuerpo sin vida fue encontrado el sábado por la mañana en el río Bidasoa, un migrante africano de 38 años, podría haber llegado a Irun procedente de El Ejido (Almería), donde habría trabajado de temporero, según EITB Media, ya que entre sus pertenencias figuraba un documento que acredita haber recibido la vacuna anticovid en dicha localidad andaluza. Además, ya se sabe que esta persona, cuyo cadáver fue localizado por una persona que estaba practicando paddle surf en el río, no había pasado por ningún recurso del Gobierno Vasco.

Esta mañana alrededor de 500 personas se han concentrado en la Plaza San Juan de Irun para solicitar a las instituciones que ofrezcan un mayor apoyo a estos migrantes sin recursos. Del balcón central del Ayuntamiento colgaba una bandera blanca con un lazo negro.

En opinión de Harrera Irungo Sarea, a los migrantes que llegan a Irun "no se les da la acogida que se les tiene que dar" y es esta red de voluntarios "la que hace el trabajo que ellos deberían hacer". Estas declaraciones las ha hecho una portavoz de este colectivo, Josune Mendigutxia, quien ha participado en la concentración, en la que se han desplegado pancartas con lemas como "No a las políticas de muerte, no al racismo", "Libertad de circulación" y "No son muertes, son asesinatos".

"Nos duele en el alma, pero no nos ha sorprendido esta muerte porque sabíamos que esto iba a pasar y ya lo habíamos denunciado. Pedimos a las instituciones que la acogida que venden en la prensa la cumplan, porque una cosa es lo que venden y otra lo que realmente pasa, que no cumplen", ha destacado.

Ha remarcado que "el bloqueo que hay en las fronteras es brutal y empuja a los migrantes a las peores vías", a tratar de alcanzar su destino como lo intentó este sábado el hombre fallecido, de raza negra y origen africano.