- El Gobierno Vasco destacó ayer que la empresa Valogreene Paper BC, S.L cuenta con “todas las aprobaciones” para instalar en el polígono Larramendi de Bergara una planta de gestión de residuos, por lo que se estudia “elaborar el informe medioambiental y proceder a esa autorización”. Desde el Ejecutivo dicen entender “las preocupaciones” del Ayuntamiento y se muestran dispuestos a “aclarar todo lo que sea necesario”.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, se pronunció de este modo respecto a la decisión del Ayuntamiento de Bergara, que ha determinado que “en este momento no se cumplen las condiciones” para ubicar la citada planta ya que, según un estudio encargado por el Consistorio, el proyecto “no presenta a día de hoy las garantías ambientales y sanitarias necesarias”.

Tapia explicó que en Euskadi se están estudiando “unos diez proyectos” de plantas de gestión de residuos “por un lado para gestionar plásticos, por otro los residuos de fundición, también los de las acerías, y la gestión de los residuos provenientes del papel”. Las plantas abarcan también la gestión de las tierras que se generan cuando se da una descontaminación de los suelos. “Esas son las cinco prioridades”, destacó. La consejera, en esa línea, precisó que hay instalaciones diferentes, de la mano de empresas privadas por un lado, y también en las que “lo público tiene voluntad de participar, sobre todo, las relacionadas con las tierras, porque en estos momentos tenemos que gestionar muchas tierras provenientes de esas descontaminaciones”.

De este modo, se refirió a los proyectos de gestión del papel en Bergara o al previsto en Zumarraga “para plástico”. “Hay proyectos de interés privado, siempre teniendo en consideración que, cuando se recicla, ese material se utiliza. De lo contrario, no tiene ningún sentido”, resaltó, al tiempo que defendió la necesidad de “no solo revalorizar o reciclar, sino también que luego se pueda utilizar como material”.

En el caso de la planta de Bergara, la consejera insistió en que “hay un proyecto bastante avanzado, que tiene una tecnología demostrada y que está bien vista por la Unión Europea”.