- La erupción originada en el volcán de Cumbre Vieja de la isla de La Palma dentro del área del cono principal registró ayer “importantes explosiones” y emisión de lava. A punto de cumplirse un mes del inicio de la erupción, también se alcanzó el seísmo de mayor magnitud, de 4,6 y a 37 kilómetros de profundidad, circunstancia que, según avanzó la portavoz científica del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), María José Blanco, es posible que vuelva a repetirse.

Según comentó, existe la posibilidad de que en los próximos días se produzcan terremotos de intensidad por encima de 4,5, aunque a mucha profundidad, por encima de los 30 kilómetros, que continuarán siendo sentidos por la población.

También durante el día de ayer las aerolíneas dejaron de operar en el aeropuerto de La Palma debido a la nube de ceniza que se encuentra sobre esta instalación y que podría afectar al espacio aéreo comprendido entre La Palma, La Gomera y el norte de Tenerife. De momento, el resto de la programación de vuelos en el archipiélago continúa desarrollándose con normalidad.

No obstante, Aena recordó que el aeropuerto de La Palma está operativo y que la decisión de fletar los vuelos la toman las compañías en función de sus observaciones y parámetros.

Las malas condiciones meteorológicas permanecerán en las próximas horas, precisó Blanco, quien también ofreció una buena noticia: el nuevo punto eruptivo surgido el viernes tiene una actividad menor y sigue expulsando solo cenizas. No es previsible que este nuevo punto eruptivo emita magma y, en principio, su actividad se basa en crear una columna de cenizas, que alcanza los 4.500 metros de altitud.

El director técnico del Pevolca, Rubén Fernández, precisó que el nuevo punto eruptivo no ha afectado a la retirada de enseres y al riego al sur de la colada primigenia y que, en principio, no están previstas más evacuaciones.

Entre las coladas que se ubican al sur de la montaña de La Laguna, la más pegada a esta se ha canalizado en una pequeña vaguada, continúa su marcha a una velocidad mucho más lenta y se encuentra a unos 400 metros del mar. Más al norte, donde se ha separado un dedo de la colada pegada a la Montaña de La Laguna, la lava continúa su avance a un ritmo también lento y ha destruido el campo de fútbol.

Según los expertos, la existencia de tubos lávicos y el hecho de que las coladas hayan aumentado en altura y se ensanchen ligeramente hace que el frente de estas apenas avancen.

Todo este entorno está evacuado, por lo que no corre peligro la integridad física de ninguna persona, agregó Fernández, quien indicó que esta es la zona más activa en cuanto al avance de las coladas se refiere. Eso sí, advirtió de que todo dependerá de si hubiera alguna evolución “muy desfavorable” en algunas zonas. A este respecto, comentó que si en algún caso la calidad del aire empeora a niveles que puedan ser peligrosos para la población, se ordenará el confinamiento de la población en los entornos de riesgo que se detecten.