Lo más probable es que el término inglés stealthing no les suene de nada. Pero cuidado si viaja a California, ya que desde la semana pasada es el primer estado de EEUU en prohibir quitarse el preservativo, el condón, durante una relación sexual sin el consentimiento verbal de la pareja, que es el siginificado Estados Unidos de la palabra stealthing.

La nueva ley convierte la retirada de un preservativo sin consentimiento y por medio del engaño en una agresión sexual, y afirma que esta práctica "causa daños físicos y emocionales a largo plazo a sus víctimas", según la parlamentaria californiana Cristina García, demócrata y autora del proyecto de ley.

California había detectado un aumento de esta práctica entre las mujeres y los hombres homosexuales y hasido rápida en poner coto a una situación que "no solo es inmoral, sino ya ilegal".

La legislación de California define ahora el stealthing como una forma de agresión sexual. Específicamente, la definición de agresión sexual en el estado ahora incluye una situación en la que alguien se quita un condón durante el sexo sin el consentimiento verbal de su pareja sexual y luego pasa a causar contacto entre los órganos sexuales o entre un órgano sexual y cualquier "parte íntima" de su pareja sexual.

La nueva ley añade pues el stealthing al Código Civil de California y reconoce la retirada no consensuada del preservativo como una forma de agresión sexual, lo que abre la puerta tanto al litigio en los tribunales como a la sanción económica.

En España esta práctica está tipificada actualmente como abuso sexual. En octubre de 2020, la Fiscalía pidió cuatro años de cárcel a un hombre por un delito de abusos sexuales al quitarse el preservativo en medio de una relación sexual, sin consentimiento de la pareja.

Esta práctica será considerada como agresión sexual si se aprueba la nueva ley del Solo sí es sí, que se debate actualmente en el Congreso de los Diputados. Esta ley justamente considera cualquier acto de naturaleza sexual no consentido como una agresión sexual.