Los datos de sismicidad, geoquímica y deformación apuntan a que no está cercano el final de la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma, que está en fase "madura", de manera que hay que prepararse "para echar bastantes días", según han afirmado este martes los responsables del Pevolca.

Tras la reunión diaria del comité científico que evalúa el proceso eruptivo iniciado el pasado 19 de septiembre, la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, ha indicado que la predicción meteorológica apunta a que mañana por la tarde los vientos girarán la columna de ceniza y gases del penacho hacia la vertiente noreste de la isla, lo que podría afectar a la operatividad del aeropuerto de La Palma.

Además, ha continuado María José Blanco, los científicos han detectado la apertura de una zona de fisuras a unos cien metros al noreste del cono principal del volcán con emisión de gases y suelo a alta temperatura que, en principio, no tiene carácter eruptivo.

La lava seguirá fluyendo por el mismo canal

La lava del nuevo volcán de La Palma continuará fluyendo por donde lo hace salvo que haya nuevas bocas eruptivas en sentido o dirección diferentes a los actuales, o si aumenta su densidad, ha indicado este martes a Efe Nerea Martín, geógrafa de la cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres de la Universidad de La Laguna.

La lava afecta actualmente a 413,38 hectáreas, con un perímetro de 36,3 kilómetros y una anchura máxima de 1.250 metros, y si no aumenta ni cambia su ruta no destruirá más fincas ni inmuebles, una vez que, según datos del sistema de satélites Copernicus, ha destruido más de 946 edificaciones y ha afectado a más de otro centenar.

En la cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres de la Universidad de La Laguna trabajan con las bocas eruptivas que han salido del nuevo volcán de La Palma y a partir de ellas simulan el flujo de las coladas.

Nerea Martín ha indicado que hasta que no haya nuevas bocas eruptivas, si es que las hay, no se podrá simular su flujo, por lo que si no hay más o cae de nuevo el cono del volcán, como sucedió el pasado 3 de octubre, no tiene por qué desviarse, al menos que la lava se densifique, ha añadido.

Si la lava sale más densa se frenaría en su camino hacia el mar y se ensancharía en lugar de avanzar, por lo que aumentaría el daño a los lados. Nerea Martín ha agregado que con las actuales características de la lava fluirá por donde lo hace, ya que no tiene nada que le impida el avance hacia el mar.

75 terremotos

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado en las últimas veinticuatro horas 75 terremotos en la zona sur de la isla de La Palma y 17 de ellos han sido sentidos por la población.

Según los datos del IGN, se ha alcanzado un valor máximo de intensidad en la zona epicentral de dos de los terremotos ocurridos a las 14:30 UTC y 18:58 UTC de ayer (15:30 y 19:59 hora canaria, 16:30 y 20:58 hora peninsular), ambos sismos de magnitud 3,7(mbLg).

El IGN observa un aumento tanto en el número de terremotos como en sus magnitudes respecto a días anteriores y precisa que siete de los sismos registrados tienen magnitud mayor o igual a 3,5 (mbLg).

Al igual que en días anteriores, la mayor parte de la sismicidad está localizada a 10-15 kilómetros de profundidad en la zona donde comenzó el enjambre sísmico el 11 de septiembre, si bien siete de ellos están a mayor profundidad, entre los 25 y los 40 kilómetros.

La amplitud media de tremor volcánico presenta un ligero aumento progresivo desde la mañana de ayer y continúa en el mismo rango medio de valores respecto a lo observado en esta erupción volcánica de Cumbre Vieja.