- Aunque los primeros positivos se registraron el 28 de febrero de 2020, justo hoy se cumple un año y medio que estrenamos estado de alarma y se confinó a la población para contener el coronavirus. Pues bien, 18 meses después, los centros de salud vascos están listos para normalizar la atención presencial prepandémica. Osakidetza recuperará este mes un mayor número de consultas e irá retomando paulatinamente la presencialidad hasta volver a las citas in situ, de tal forma que los pacientes podrán solicitar que les vea personalmente su médico de familia o su especialista.

De cualquier manera, la atención telemática no desaparecerá y se seguirá combinando con las consultas en vivo y en directo. Según explicó ayer la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, “no vamos a olvidarnos de algo que durante la pandemia ha sido muy útil y ha venido muy bien para seguir cuidando la salud de la ciudadanía, como han sido las consultas telefónicas, que ya teníamos pero que se han incrementado durante la pandemia”. No obstante, remarcó que “no puede haber ninguna consulta con requerimiento de presencialidad que no la vaya a tener y eso, por ahora, sigue siendo bastante más del 50%”, precisó.

En algunos ambulatorios ya se permite la cita en la propia consulta del médico, algo que vienen demandando los pacientes y también un buen número de profesionales del Servicio Vasco de Salud.

Dado que los casos activos de coronavirus siguen descendiendo en todo el territorio y con más de ocho de cada diez vascos mayores de 12 años ya inmunizados con la pauta completa, el objetivo es mejorar la accesibilidad a la atención sanitaria, tanto de Medicina de Familia y Comunitaria como de Enfermería.

Sin embargo, Sagardui admitió el déficit de personal sanitario en la Atención Primaria y reconoció que existen dificultades para tener profesionales tanto en el ámbito de la enfermería como de facultativos, fruto del “reajuste del Gobierno de Rajoy del número de plazas autorizada por cada una de las especialidades” y acompañado de las jubilaciones.

En una entrevista a Radio Popular-Herri Irratia, aseguró que Osakide-tza “sigue ofertando la totalidad de las plazas de Atención Primaria”, por lo que “no es una cuestión de restricciones o de no querer contratar”, sino de “disponibilidad de esa especialidad” y también de “las preferencias personales de los profesionales que, en ocasiones, deciden continuar por otro camino que no sea el de la Atención Primaria”. “Pero mantenemos la oferta de todas las plazas de Atención Primaria y seguiremos trabajando para cubrir todas aquellas que podamos. Si hay profesionales, los contrataremos”, reiteró.

El anuncio de retomar las citas en el propio ambulatorio coincide con un claro retroceso de la quinta ola de la pandemia y con la confirmación de 119 nuevos positivos en Euskadi, una cifra inédita desde mediados de junio. A la buena evolución de la pandemia, solo se le puede poner un pero, la presión hospitalaria, que avanza en la buena dirección aunque de manera lenta.

El número de contagios ha caído un tercio en una semana en Euskadi -registrándose el domingo la menor cifra desde el 20 de junio-, y la positividad ha descendido hasta el 3,2%, el porcentaje más bajo desde el 28 de ese mismo mes. También ha caído la tasa de incidencia, que el domingo se situó en 172 contagios por 100.000 habitantes. Este dato mejora en los tres territorios e incluso Araba baja de los 150 casos, uno de los objetivos “inmediatos” que se había marcado el Gobierno Vasco. Además ya son dos municipios de más de 5.000 habitantes, Laudio y Ortuella, los que se encuentran en zona verde de transmisión, con menos de 60 casos acumulados, mientras que solo quedan otros dos que superen los 400; Lekeitio y Aretxabaleta.

Solo los hospitales ensombrecen los datos ya que la presión hospitalaria subió ligeramente. El domingo había 227 personas ingresadas con covid, 9 más que la víspera. Aunque se redujo el número de pacientes en la UCI al pasar de 58 a 57, se incrementaron los enfermos en planta de 160 a 170.

Sagardui valoró ayer que el descenso de casos positivos es “una señal de que vamos por buen camino”. “Por ese camino en el que ese tan ansiado 60 casos por cada 100.000 habitantes está cada día más cerca”. “Esa es la meta hacia la que vamos, además de una desocupación de nuestras Unidades de Cuidados Intensivos”, aseguró.

Todo ello con cautela ya que, aunque “la evolución de las últimas dos semanas es muy satisfactoria”, habrá que ver por ejemplo cuál es el reflejo en la curva de la pandemia de la vuelta de los estudiantes a las aulas. Por ello, la consejera sigue apelando a la prudencia. “Sigamos así. Hay una clara recesión de la quinta ola, con una incidencia y un número de contagios que no tiene nada que ver, afortunadamente, con lo que teníamos en julio”. “Vamos a ver cómo es el desarrollo de esta semana, y con ello será cuando, primero, la comisión técnica del LABI emita un informe que elevará al lehendakari y el viernes, el Consejo Asesor tomará las decisiones”, explicó.

Primera Quincena. Osakide-tza tiene ya preparada la campaña de la gripe, que se dará a conocer la primera quincena de octubre. Aunque la incidencia de la gripe el pasado año fue “escasa por las medidas estrictas de prevención de la pandemia”, Sagardui precisó ayer que “habrá que ver primero cómo se está comportando la gripe de este año para ver si se espera una mayor incidencia y habrá que ver también cuál es el efecto de las medidas vigentes en el momento de la aparición del virus en nuestro entorno”. Así, consideró que medidas como la mascarilla “sin duda alguna tuvieron un efecto muy positivo en ese no contagio por gripe”, aunque “es cierto que la aparición de la gripe el año pasado aquí fue anecdótica”.