- ¿Está loco el tiempo?

—Loco es cuando hay muchos cambios en el clima y quizás no sea la mejor definición.

Califíquemelo entonces.

—Con los datos de julio completo y lo transcurrido de agosto tenemos tres cosas claras. Hay muchas menos horas de sol, especialmente en la vertiente cantábrica; las temperaturas son más frías, y ha llovido menos que otros veranos.

¿Menos?

—¿Te sorprende?

Desde luego.

—Lo entiendo, en estos meses es habitual que tengamos tormentas de verano donde caen bastantes litros por metro cuadrado, ahí se contabiliza realmente la cantidad de lluvia.

La verdad es que no habido muchas.

—Tenemos un predominio claro del viento del norte que supone meter muchas nubes desde la mar, se queda bastante cubierto especialmente en la vertiente cantábrica, y hemos tenido muchos días de sirimiri.

Aquí el viernes era muy cerrado, de los que no se veían hace muchos años.

—Así es, pero cayó poca agua. Ha habido muchos días en los que el suelo ni se ha mojado, aunque notes mucha humedad. Por eso, las estaciones han recogido menos agua de la habitual, sobre todo en la vertiente mediterránea, donde este verano no ha habido, tormentas excepto una a final de junio. En julio en varias estaciones no ha llovido nada.

¿Cuántos días de lluvia, entonces?

—Por capitales, desde el 21 de junio, hasta hoy (por ayer), en Bilbao se han registrado 21 días, en Donostia, 31, y en la capital alavesa solo seis, y eso sin contar que algún día de sirimiri no lo han registrado las estaciones meteorológicas.

En Donostia, de dos meses analizados, uno entero con lluvia.

—Cuando entra el viento del noreste les cuesta mucho más irse a las nubes de Gipuzkoa y, en general, Donostia a lo largo del año es más lluviosa que Bilbao.

Lo que le machaca a la gente es esa txapela casi perenne de nubes.

—Es cierto, las horas de sol en la vertiente cantábrica se han reducido en un 15%. Igual alguien diría que es la mitad menos. Pues no. En la vertiente mediterránea han bajado un 7%. Menos también, pero no tan exagerado como en el norte porque muchos días la nubosidad se ha pasado al sur, como hoy (por ayer).

Días de sol, casi inexistentes.

—Mirando las jornadas completas despejadas, desde la entrada del verano, han sido en Bilbao ocho días, en Donostia, siete, y en Gasteiz, 17.

Se notan las vertientes distintas.

—Claro, por ese viento del norte que generalmente entra con mucha humedad y si no es muy intenso se queda en la zona del Cantábrico, no pasa a la cuenca mediterránea. Esto ocurre todos los veranos pero este año está siendo mucho más frecuente.

Tampoco pasamos calor excesivo.

—Tampoco. En la estación meteorológica bilbaina de Deusto hemos tenido una temperatura máxima de 32,6 grados el 5 de julio. Ese mismo día, en la instalación de Miramon, en Donostia, 28,5 grados; y en la de Abetxuko, en Gasteiz, 35 grados el 14 de agosto.

Y las temperaturas máximas más bajas han sido bajas, bajas ¿no?

—Hombre, 18,4 grados en Deusto el 24 de junio no sorprende; en Miramon, sí es bastante baja, y he comprobado que no hay ningún defecto en la estación, ya que se quedó en 14,6 grados el 23 de junio. Donde tiene su aquel, y es muy interesante, es el registro en Abetxuko de solo 16,1 grados el 12 de julio.

Vamos, temperaturas de otoño.

—Prácticamente.

Los cambios de temperatura son 'trending topic'. A la tarde-noche hace falta una rebequita siempre.

—Es cierto que julio, en la zona del litoral ha sido frío en general y muy frío en algunas jornadas.

Entre agosto y julio no parece que vaya a haber mucha diferencia.

—En el conjunto de la CAV la temperatura media ha estado en julio 0,4 grados por debajo de la media, en agosto no tenemos aún los datos.

Pues la percepción general es que, al final, va a ser más frío que julio...

—No lo descartaría, con los días que llevamos y los que quedan, pero hay que terminar el mes.

O sea que el 'meme' ese de que llegar a Euskadi es entrar en Mordor tiene aval científico.

—(Risas continuas), pero no es el primer año que ese meme pulula por las redes.

Parece que tenemos una memoria meteorológica muy selectiva.

—Sí, pero igual que para todos los aspectos de la vida, tenemos tendencia a olvidar lo negativo. Este año, con los datos en la mano, vamos a tener un verano frío y eso que estamos dentro de este cambio climático en el que, en principio, la tendencia es de que los veranos sean más cálidos, aunque ello implique que no haya alguno que no lo sea, como está ocurriendo con el presente.

Influye el cambio climático...

—Con los datos de Euskadi se ha ido notando desde 2003, que hay una tendencia a esos veranos más cálidos.

A nivel del Estado sí que han tenido una ola de calor de récord, que aquí ni la hemos sentido.

—Solo en el este de Araba. Un día en Campezo con una máxima de 41,4 grados fue récord de la estación meteorológica pero en el resto de las jornadas refrescaba por la noche. Para que se considere ola de calor tiene que ser persistente, sin bajar la temperatura por la noche.

Y la leyenda urbana que dice que si el verano no se ha comportado el otoño será caluroso...

—Nada. No se sostiene con los datos. No hay respaldo científico

Es más un deseo.

—Es que alguna vez sí ha ocurrido y nos quedamos con ese recuerdo porque es la esperanza que tenemos.

Un alavés nota más el verano que un guipuzcoano o un vizcaino.

—Mucho más, y de siempre. Climatológicamente en Araba todo el año tienen más horas de sol y, en verano, también hace más calor. Este año no está siendo diferente.

Se puede dormir, que es lo que vienen buscando muchos turistas.

—Evidente. ¡Tú sabes lo que es estar cuatro o cinco horas en casa porque no puedes salir a la calle por el calor sube a más de 35 grados!

Pero no ver casi el sol como está ocurriendo...

—Lo entiendo, pero hay otras muchas actividades que se pueden hacer y sobre todo tu cuerpo no se está cansando, psicológicamente igual sí, pero no físicamente. Eso es importante.

Nos quejamos de este verano-otoñal pero es cierto que vivir en Murcia o Sevilla estos meses...

—Es así, pero también vamos a ser sinceros, como haga tres días seguidos con calor ya no están llamando para saber qué está pasando aquí, qué haber cuando va a acabar.

A nivel personal ¿cómo lleva esos cielos grises constantes?

—En Araba hemos tenido más horas de sol, pero no me gusta nada el escenario de veranos con cada vez mas olas de calor que te comentaba. Con lo que estoy encantada de que haya unos cuantos días de calor, los justos este verano, así se puede subir al monte con nubes que está muy bien, es una gozada. Hay actividades que aunque se encuentre el cielo cubierto se pueden hacer y no con sol y 35 grados de calor a las cinco de la tarde.

¿Alquilar un apartamento en la costa vasca y terminar moreno es una entelequia?

Quince días de sol y de playa aquí continuados son imposibles, estadísticamente no existen.

¿Prevé las vacaciones en función de su información privilegiada de meteoróloga?

—(Risas). No, tengo información privilegiada, climatológica, sí, por eso me voy donde tengo asegurado el sol por lo menos unos días y luego ya vengo con mi dosis a tope. Aunque hay que decir que las previsiones buenas son a cuatro días o una semana vista, como mucho. El resto es tirar de estadística y el Mediterráneo siempre está ahí, con muchos días soleados.

"Quince días de sol y de playa aquí continuados son imposibles, no existen estadísticamente"

"Las jornadas completas despejadas han sido en Bilbao ocho días, en Donostia, siete, y en Gasteiz, 17"

"Vamos a ser sinceros, como haga tres días seguidos con calor ya nos están llamando para saber qué está pasando"