Gipuzkoa contó ayer por fin con un día veraniego en el que el sol y el calor hicieron acto de aparición. Con temperaturas que superaron los 25 grados en la costa, las playas guipuzcoanas se llenaron de bañistas dispuestos a darse un chapuzón siempre y cuando el aforo restringido por el covid lo permitiese. De este modo, durante la jornada de ayer también regresaron las ya habituales colas para acceder a los arenales donostiarras a la espera de que la ocupación lo permita. Una imagen que parece poco probable que se vuelva a repetir en el fin de semana, ya que las temperaturas hoy no superan los 21 grados en la costa y las precipitaciones regresarán al territorio durante las primeras horas de mañana.