- Cuatro décadas han pasado desde que un joven homosexual de Manhattan falleció a causa del sida. Cuatro décadas y, recuerdan los representantes de Harri Beltza, sigue dándose la "estigmatización" hacia los contagiados de VIH, que en Euskadi continúan teniendo que acudir a los centros hospitalarios a por su medicación. Se siguen sumando nuevos contagios, 105 en 2020 según la memoria del Plan Vasco del Sida e Infecciones de Transmisión sexual.

En términos absolutos, subrayaron ayer los representantes de Harri Beltza Joseba Errekalde y Elías Arizmendi, las cifras son mejores que las de 2019, cuando se notificaron 147 nuevos casos, y que en años anteriores. Pero, apuntaron, si se toma en cuenta que la población vasca permaneció tres meses confinada y que tras el fin del confinamiento llegaron diversas restricciones, esta cifra dista mucho de poder considerarse positiva. "Ha subido mucho", lamentaron los miembros de Harri Beltza.

Si los contagios por VIH siguen en aumento, los casos de sífilis o gonorrea lo han hecho mucho más, algo que evidencia que todavía queda mucho por hacer en materia de pedagogía para la adopción de medidas de protección en las relaciones sexuales.

Por ello, cada verano, y ya van 25, Harri Beltza activa una campaña estival para que no se deje de hablar del sida y esté presente más allá del Día Internacional, que se conmemora el 1 de diciembre.

Este año desde Harri Beltza, asociación que se fundó en 1997, se volvió a reclamar que el Gobierno Vasco estudie otras vías para dispensarles la medicación antirretroviral, que reciben acudiendo a los centros hospitalarios. Si antes de la pandemia ya consideraban necesario un cambio en este sentido y que, por ejemplo, se pudieran hacer con su tratamiento en las farmacias, con el covid activo creen que es aún más importante.

El presidente de Harri Beltza, Joseba Errekalde, aprovechó la presentación de la campaña para hacerse eco de una reflexión surgida en el seno de la asociación. "Con el sida desde 1997 contamos con antirretrovirales, y ante el covid en un año todos se han unido y trabajado para conseguir una vacuna eficaz", destacó. "Cuando interesa ya se abren otras puertas", abundó Errekalde.

"En la asociación se comenta que a nosotros nos trataron muy mal, nos tildaron de drogadictos y maricones, y ¿ahora qué?", añadió.

Y es que, a su parecer, "en el siglo XXI la terapia antisida sigue siendo del siglo XX", pese a que se hayan dado mejoras en los tratamientos, como la terapia PrEP, que consiste en suministrar, siempre con control médico, una pastilla antirretroviral al día a personas que "reiteradamente incumplen las recomendaciones de protección ante el contagio de VIH", programa en el que en la CAV están tomando parte en la actualidad 237 personas.

También ha mejorado, informó, la respuesta inmediata "posexposición", y hasta 72 horas después de que esta se haya dado y tras valoración del riesgo por parte del médico, se puede activar un protocolo "que puede atajar casi al 100% la posibilidad de contagio".

Pero sigue sin haber vacuna, aunque confían en que a medio plazo el tratamiento mejore de forma sustancial y se distancie en el tiempo.

"Han conseguido que seamos enfermos crónicos con una calidad de vida aceptable, que consumen y gastan en medicamentos", insistió Errekalde, que recordó que la entrada en el mercado de los genéricos ha incidido en el abaratamiento de los antirretrovirales. "Al menos esto es una buena noticia", apuntó el presidente de Harri Beltza.

Además, señalaron desde la asociación de Oiartzun, el covid "ha dejado de lado en lo inmediato las enfermedades crónicas, como el sida, y se ha llevado por delante mucha prevención y atención".

En la actualidad en Euskadi hay 6.033 personas diagnosticadas de sida, cifra que sigue creciendo con el más de un centenar de nuevos contagios anuales, la mayoría de los cuales se da a través de relaciones sexuales, aunque se calcula que un 30% no llegan al sistema de salud por no confirmarse con una prueba.

Además, lamentó, muchas de las confirmaciones llegan tarde, cuando el sistema inmunitario está muy deteriorado y "y sin que quizá en ese tiempo se hayan tomado las necesarias medidas preventivas".

La asunción del diagnóstico, por la estigmatización aún vigente, resulta difícil de digerir, de ahí que Harri Beltza centre sus esfuerzos en el apoyo psicológico a las personas contagiadas y a su entorno.

"Hace 27 años que nacimos y nuestros objetivos son los mismos: prevención y apoyo"

Miembro de Harri Beltza

"En el siglo XXI tenemos un tratamiento del siglo XX y cuando interesa se abren otras puertas"

Presidente de Harri Beltza