- Cara y cruz. En Euskadi había ayer 23 personas graves por covid en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales vascos, la cifra más baja desde el 22 de agosto de 2020. Un dato alentador, sin duda. Pues bien, una de ellas es una niña menor de catorce años. Con este dato demoledor, la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, advertía ayer del riesgo del virus también entre los jóvenes y les invitaba a no confiarse. Porque además hay otros datos, pinceladas para la inquietud, y es que hay otras ocho personas menores de 30 años hospitalizadas en planta con complicaciones severas de coronavirus -una de ellas tiene solo quince-, y diez más entre los 31 y los 40 años.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la titular de Salud reconoció que el alza de contagios no se traduce aún en una mayor presión asistencial debido a que los positivos se dan entre los más jóvenes aún no vacunados cuyos casos “suelen revestir menos complicaciones y tienen mejor diagnóstico”. Alertó no obstante de que también hay “cuadros graves” en esta franja de edad, tal y como demuestra que en este momento haya un menor de 14 años en UCI y otros dos menores de edad ingresados en planta; además de 6 personas de entre 18 y 30 y otras 10 que tienen entre 31 y 40 años.

De hecho, la edad media de las personas hospitalizadas ha bajado a 54,7 años, aunque en las UCI sigue siendo más elevada -unos 64 años-, debido a que las personas que están en estas unidades llevan “mucho tiempo” en ellas.

La consejera subrayó la gravedad de la situación porque el reciente auge de contagios tardará entre 7 y 10 días en trasladarse a los ingresos en planta y algo más a las UCI, periodos, según dijo, que pueden ser más amplios en el caso de los jóvenes.

Resaltó además de que los tratamientos contra la covid, aunque han “mejorado mucho”, siguen “poco desarrollados” por lo que “el peligro sigue ahí”. El dato más positivo de todos, sin embargo, es que desde el 30 de junio, el virus no se ha cobrado ninguna vida en la CAV, por lo que llevamos dos semanas sin ningún fallecimiento por covid-19. Hasta la fecha, desde comienzos de marzo, en 16 meses de pandemia, se han contabilizado más de 4.400 víctimas mortales. Con una incidencia altísima en comparación con estas mismas fechas hace ahora un año, la clave está en la vacunación, con más del 56% de la población inmunizada totalmente y un 73% parcialmente.

Las no fiestas siguen pasando factura y los 788 nuevos contagios detectados en las últimas 24 horas alertan de una situación extraña, con cifras inquietantes, por un lado, pero menor presión asistencial, por otro. La incidencia acumulada en Euskadi es ya de 346,68 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, casi 28 puntos más que el domingo, y, según advirtió Sagardui, es un 90% superior a la de la semana anterior “y continúa aumentando”, con Gipuzkoa al a cabeza, en rojo y subiendo, con 426,26 de incidencia acumulada.

Porque la transmisión entre los jóvenes supera todas las marcas vistas hasta ahora en la pandemia. De hecho, la incidencia entre la población de 19 a 39 años se eleva a 796 y en los jóvenes de 17 y 18 años alcanza los 2.659,18 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Coincide, por tanto, con el inicio de esta quinta ola.

Por contra, la tasa de incidencia en mayores de 65 años es de 49,95, por debajo de los 60 casos marcados para la nueva normalidad.