- Un cambio en la orden foral que el pasado 14 de mayo emitió el Departamento de Políticas Sociales de la Diputación de Gipuzkoa va a modificar el régimen de visitas a los usuarios de las residencias de ancianos. Se trata de un cambio que tiene en cuenta que el protocolo sanitario ha prescindido “de la cautela que contenía en relación al mantenimiento de la burbuja inmunitaria en las residencias”, se puede leer en la orden.

En concreto, se trata de una doble modificación que va a permitir la entrada de los familiares en las habitaciones de los residentes, tanto para visitarlos en su aposento como para acompañarles a las salidas al exterior de los centros residenciales.

En un caso, se va a permitir que una persona, familiar o allegada, pueda acceder a la habitación de la persona usuaria con el objetivo de facilitar su salida al exterior del centro, así como el posterior regreso al interior del centro. El acompañante del usuario deberá acreditar la pauta completa de vacunación contra el covid-19.

En el segundo supuesto, los residentes podrán recibir visitas en su habitación a cargo de un único familiar o allegado y que, igualmente, tendrá que demostrar su completa inmunización.

Según la orden emitida por el departamento de Maite Peña, la entrada en la habitación del residente no supone la permanencia en los espacios comunes del interior del centro residencial. Las visitas tendrán que ser programadas y acordadas con el personal de la residencia.

Tras la masacre que provocó el virus en los centros residenciales cuando se desató la pandemia, dieciséis meses después la normalidad se va abriendo paso gracias a la vacunación. Con la población residencial ya inmunizada, el riesgo se ha reducido a la mínima expresión. De hecho, en la actualidad no hay ningún usuario contagiado y, según datos que aportó a principios de semana la portavoz foral Eider Mendoza, siete trabajadoras se encuentran afectadas por el virus.

La orden ministerial conocida ayer sobre el protocolo de uso de la mascarilla contempla la exención de su utilización a los usuarios de las residencias en las que, al menos, el 80% de los mismos hayan completado la pauta de vacunación. Las trabajadoras sí deberán seguir portando el protector.