En el mejor de los supuestos, en otoño de 2022 podría estar operativo el primer sistema de arcos de pago por uso de carreteras en Bizkaia. Todavía se desconoce en cuál de los cinco identificados por la Diputación Foral de Bizkaia ni cuál será la tarifa, pero este sistema viene para quedarse. El objetivo es desviar hacias las vías de alta capacidad el paso de miles y miles de cmiones por carreteras secundarias y evitar accidentes, contaminación...

Las Juntas Generales de Bizkaia analizan desde hoy esta propuesta apadrinada por el Departamento que conduce Imanol Pradales. Y luego será el turno de Europa, que es quien finalmente debe dar el visto bueno o no a este sistema de peajes.

Los planes que maneja la institución foral apuntan a un total de 28 arcos que estarían distribuidos a lo largo de 85 kilómetros en las hoy día atestadas N-240, N-625, N-637- N-636 y A-8. El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial ha insistido en la necesidad de que esta reordenación de la movilidad sea consensuada y gradual y atendiendo a las necesidades del sector.

Los tramos sobre los que se intervendrá serían los de San Fuentes-El Haya, Cruces-Erletxe, El Gallo-Ubidea, la conexión de Durango con territorio gipuzcoano y otro que empalma Laudio con Bizkaia.