- Cuatro jóvenes sufrieron ayer heridas leves tras precipitarse una valla metálica sobre el campo de fútbol del Club Deportivo Trintxerpe en Pasaia. Al parecer, el grupo se habría abalanzado sobre la protección al celebrar un gol, que con el peso habría cedido cayéndose abajo sobre una altura de más de dos metros. Uno de los heridos tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario como precaución al haberse golpeado en la cabeza.

Sobre las 18.30 horas de ayer, cuando se cumplía aproximadamente un cuarto de hora de la segunda parte del encuentro entre el Sanpedrotarra y el Usurbil correspondiente a la categoría de primera juvenil, una de las vallas que limitan el acceso al estadio pasaitarra se vino abajo llevando consigo a cuatro jóvenes que resultaron heridos leves.

Según explicó a este periódico un bombero desplazado a la zona, el grupo estaría siguiendo el encuentro desde la calle San Sebastián. En el momento del tanto, los jóvenes se habrían apoyado sobre la protección, que habría cedido con el peso haciéndoles caer desde una altura de más de dos metros.

Uno de estos jóvenes habría recibido un fuerte golpe en la cabeza, por lo que, tras ser previamente atendido por los servicios de emergencia desplazados al lugar, fue trasladado en emergencia a un centro sanitario como medida de precaución. El padre de este joven también tuvo que ser atendido y finalmente evacuado tras sentirse indispuesto como consecuencia de lo ocurrido.

Al parecer, esta zona exterior del estadio se encontraba repleta de espectadores, ya que desde ella es posible seguir el encuentro sin necesidad de entrar en él. La valla únicamente tiene el objetivo de impedir el acceso al recinto, por lo que es posible ver el interior del campo.

un herido previo

Este no es el único suceso reciente que ocurre en el campo pasaitarra, ya que el pasado octubre otro joven fue herido grave tras impactar con uno de los muros del estadio mientras jugaba un partido.

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El chaval, que recibió una brecha en la cabeza, fue trasladado al Hospital Donostia, donde un día después tuvo que ser ingresado en la UCI después de sufrir un ataque epiléptico.

Esta situación llevo a la asociación Kolore Guztiak a denunciar la peligrosidad de las instalaciones y exigir una mejora de las mismas.