- Alemania entrará mañana en pleno levantamiento progresivo de restricciones, con la extensión de la vacuna y la proliferación del test de antígenos gratuito como claves de la nueva normalidad.

La incidencia acumulada media en todo el país se sitúa sobre los 35 contagios en siete días y por 100.000 habitantes, nivel marcado por el Instituto Robert Koch de virología para pasar a la siguiente fase de desescalada.

En toda Alemania se respira un aire de liberación tras muchos meses de cierre de la restauración, el ocio, la cultura y los comercios no esenciales. Las piscinas al aire libre reabrieron, lo mismo que las terrazas o restauración exterior, museos y conciertos.

Tomarse una cerveza o acceder a la piscina pasa, en buena parte del país, por la presentación del carné con la pauta completa de vacunación o un test de antígenos negativo realizado en las últimas 24 horas.

Acceder a la prueba es fácil, al menos en Berlín: en la capital alemana hay más de mil puntos donde hacérselo. Son desde salones de tatuaje reciclados, a clubes nocturnos -cerrados desde hace catorce meses-, bares, locales vecinos a comercios o iglesias, así como equipos móviles apostados en plazas o parques.

Entre quince minutos y media hora se demora la transmisión del resultado al móvil. Durante las 24 horas siguientes se accede a la cautelosa nueva normalidad alemana.

Hasta el sábado habían recibido una dosis de la vacuna 35,4 millones de ciudadanos -un 42,6% de la población-, mientras que 14,1 millones -un 17,1%- tiene la pauta completa.