- Incidencia acumulada, efectos secundarios, vacunas... Desde hace ya un año no ha habido día en que la pandemia no haya ocupado el primer lugar de la agenda informativa. En ese contexto, Juan Pagola, coordinador del grado en Comunicación de la Universidad de Deusto insiste en la importancia de ofrecer una información de calidad que explica las causas y acude a la opinión de los expertos.

Hoy disponemos de más canales de comunicación que nunca: prensa digital y en papel, televisión, redes sociales, radio, etc. Sin embargo, cantidad no es sinónimo de calidad. Definamos información de calidad.

-Efectivamente, a menudo confundimos sobreabundancia informativa con calidad informativa. El vértigo con el que se producen las piezas informativas y la gran cantidad de información obliga a los profesionales a realizar un ejercicio de priorización y selección del material en tiempo récord. Una información de calidad sería aquella que permite a la audiencia conocer la realidad de forma lo más completa posible, que contextualiza los hechos, trata de explicarlos, busca sus causas, y que tiene detrás un trabajo de rastreo e investigación, que es lo que el periodismo no puede hacer siempre.

La inmediatez, la carrera por ser el primero se ha convertido para los medios en algo prioritario€

-Así es, pero insisto en que los medios de comunicación deberían centrarse más en el análisis, porque la gente necesita que le expliquen los hechos, y eso es algo de lo que carecen las redes sociales, puesto que se centran en opiniones personales.

¿Cómo diferenciar una información fiable de una que no lo es?

-Una información fiable es aquella que está contrastada y verificada, que acude a las fuentes originales, no está basada solamente en opiniones o declaraciones, sino que se basa en los datos y, muy importante, más aún en tiempos de pandemia, que pregunta a los expertos en la materia. Además, la información fiable y contrastada no busca la espectacularidad ni el morbo, sino que pretende contar la realidad acudiendo a sus protagonistas y aportando datos.

La necesidad de información que ha causado la pandemia ha traído una sobrexposición. ¿Cómo se ha tratado informativamente la pandemia?

-El tema de la pandemia lleva en el primer lugar de la agenda desde hace un año, pero eso no quiere decir que la ciudadanía haya estado bien informada, al contrario. La información sobre la pandemia, por lo menos en nuestro entorno, ha estado muy mediatizada por la confrontación y la polarización política. Es por ello que no ha existido una información limpia, con fundamento de servicio público, sino muy contaminada por el debate político. El debate entre argumentos científicos y políticos se ha llevado a extremos que no ha beneficiado en nada a la información que ha llegado a la opinión pública, y esto ha creado confusión y si cabe mayor desasosiego.

Hablando de agenda informativa, ¿cree que el exhaustivo seguimiento de la pandemia ha dejado relegados otros temas fuera de la agenda informativa?

-Puede ser, pero eso no me preocupa tanto. En este momento la pandemia es un asunto de interés público de primer orden a nivel mundial y es muy difícil desplazarlo de ese lugar. El consumo de información se ha incrementado notablemente en el último año, porque la ciudadanía quiere saber y conocer más cosas. El problema de esta cuestión ha sido, como en otros tantos temas, que las polémicas y las opiniones más viralizadas y compartidas a través de las redes sociales, no siempre de expertos, han focalizado toda la atención y el debate y, a su vez, han eclipsado los argumentos más sólidos.

¿Qué opina sobre el tratamiento informativo que se ha dado a informaciones que generan inquietud en la sociedad como los efectos secundarios de las vacunas del covid-19?

-Es un claro ejemplo de que el debate no se produce sobre datos ni certezas, sino sobre una cuestión de imagen y apoyo de la opinión pública. La paralización en la distribución de algunas vacunas por los trombos ocasionados en un porcentaje ínfimo de personas se ha producido, principalmente, por el temor de los gobiernos e instituciones a perder el apoyo de la opinión pública, por una cuestión de imagen, no por una cuestión científica. Y algunos medios han contribuido, junto al efectobola de nieve de las redes sociales, a aumentar esa sensación y acrecentar esa desconfianza.

Con todo ello, ¿son más importantes que nunca los profesionales de la comunicación?

-Cuando damos la bienvenida a los nuevos alumnos del grado de Comunicación les decimos que la comunicación se ha convertido en el elemento transversal y principal generador de valor de nuestras sociedades. Las organizaciones, instituciones y administraciones demandan cada vez más profesionales de la comunicación, porque la comunicación es la herramienta que les permite establecer relaciones, generar alianzas y conectarse con sus posibles "clientes".

En la Universidad de Deusto imparten tres titulaciones relacionadas con la comunicación: el grado en Comunicación, el grado en Comunicación con el título propio en Tecnologías para la Comunicación Audiovisual y Multimedia, así como el doble grado Derecho + Comunicación. ¿Cómo debe ser el comunicador del futuro?

-El comunicador del futuro debe adquirir las competencias necesarias para adaptarse a distintos entornos profesionales de la comunicación. En nuestro Grado de Comunicación, hemos superado el cliché clásico entre aquellos profesionales que salían el mercado laboral preparados exclusivamente para ejercer su profesión en los medios de comunicación y aquellos que se dedicaban a la publicidad o a la comunicación corporativa. Nuestro alumnado entiende la comunicación de forma integral, transversal, es capaz de interpretar la realidad, crear el mensaje, en distintos soportes, o gestionar procesos estratégicos de comunicación en las organizaciones de forma global. Y está preparado para hacerlo, tanto en los medios de comunicación como en las empresas o en una agencia de comunicación.

Sin duda, uno de los aspectos a dominar por el profesional, además del tratamiento informativo, es la tecnología.

-El Título Propio en Tecnologías para la Comunicación Audiovisual y Multimedia aporta un plus muy valioso al Grado de Comunicación, y es el instrumental. No es un Grado en Comunicación Audiovisual propiamente, pero sí un título que añade las herramientas tecnológicas necesarias para poder ejercer y realizar la comunicación de forma más completa y actualizada. Tiene la virtud de ampliar los conocimientos y las experiencias con distintos instrumentos como la producción audiovisual, la multimedia interactiva y digital y las distintas herramientas que proporciona el uso de Internet.

Sobre el doble grado Derecho + Comunicación, ¿qué salidas profesionales tiene?

-Permite adentrarse en cuestiones ligadas a la información y a la comunicación desde la vertiente jurídica. Por ejemplo, en relación a los derechos y libertades en la sociedad de la información, a la seguridad de la información y la protección de datos o a la propiedad intelectual. Además de formar a profesionales de la información especializados en el área jurídica y legal, o a profesionales del derecho con competencias y habilidades comunicativas muy desarrolladas. Además, este doble grado, que permite obtener en cinco años dos titulaciones -Derecho y Comunicación-, abre la puerta al ejercicio profesional en la administración pública y las instituciones políticas.