El Juzgado de Instrucción número 5 de Donostia ha archivado una de las múltiples causas contra Kote Cabezudo separadas del asunto principal, en el que el fotógrafo donostiarra se halla procesado por la posible comisión de 47 delitosde 47 delitos, varios de ellos contra la libertad sexual de sus modelos.

A la espera de fecha para el juicio de esta pieza principal, Cabezudo ya ha sido condenado en cuatro ocasiones (dos de ellas de manera firme, una tercera por un Juzgado de lo Penal de San Sebastián, y una cuarta en apelación por la Audiencia de Gipuzkoa), por delitos como obstrucción a la justicia, aportar documentos falsos a los tribunales y desobediencia.

No obstante, en este tiempo, el fotógrafo también ha visto cómo se desestimaba una denuncia presentada en su contra por el abogado de sus modelos, quien le acusó de intentar contratar desde la cárcel a un sicario para asesinarle, mientras que, en un auto al que ha tenido acceso EFE, el Juzgado de Instrucción número 5 archiva ahora una segunda causa por un presunto delito contra la administración de justicia.

En este procedimiento, Cabezudo era investigado por no retirar de Internet la imagen de una de sus presuntas víctimas, como le había ordenado un auto judicial el 24 de enero de 2017, si bien la empresa encargada del dominio telemático en el que se alojaba la fotografía acreditó que para el 1 de febrero de aquel año la instantánea ya no estaba "accesible" a terceras personas.

Por este motivo, la Fiscalía consideró que no resultaba "posible" afirmar que el fotógrafo hubiera desobedecido el mandato judicial y reclamó el sobreseimiento provisional, como finalmente ha decidido ahora el juzgado.

Además de las cuatro condenas ya mencionadas, el fotógrafo aún tiene pendiente la celebración de un quinto juicio por presuntamente desobedecer un mandato judicial de retirar imágenes de una víctima, menor de edad, de su canal de Youtube, que fue aplazado el pasado 2 de marzo.

Asimismo, tiene señalada una sexta vista para este mismo mes de abril, también por presuntamente incumplir el mandato judicial de borrar de internet imágenes de sus víctimas.