Un hombre ha sido condenado a penas que suman quince años y tres meses de cárcel por violar a su compañera sentimental en Donostia e intentar quemarla viva, dando fuego al edredón y las almohadas de la cama en la que se encontraba la mujer.

Según la sentencia del caso, los hechos, que fueron enjuiciados a puerta cerrada el pasado 9 de noviembre en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, se remontan al 28 de junio de 2019, cuando el procesado, que en la actualidad tiene 51 años, se acostó en la cama junto a la víctima y le pidió que iniciaran una relación sexual, a lo que ella se negó.

El inculpado agarró entonces "con fuerza de las manos" a la mujer, le propinó varias bofetadas, le dijo que iba a "follarla muy duro" y, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", la violó.

Al día siguiente de este incidente, la perjudicada le manifestó su deseo de finalizar la relación de pareja, aunque posteriormente, a finales de mes, ambos reanudaron su vínculo sentimental, hasta que el 23 de octubre el inculpado inició una discusión en el domicilio en el que ambos convivían, al tiempo que le exhibía un cuchillo de cocina para obligarla a comer un plato de carne y le insultaba con expresiones como: "falsa" y "traidora".

A continuación, el hombre abandonó la vivienda, a la que regresó sobre las 4.00 horas con una botella de whisky en la mano, tras lo que cogió el teléfono móvil de la víctima y lo lanzó al suelo para "evitar que pidiera ayuda".

Posteriormente, el encausado "prendió fuego con un mechero al edredón con el que ella se tapaba", a la vez que le advertía de que iba a "quemarla entera", si bien la víctima consiguió apagar las llamas con una botella de agua.

Unas horas después, sobre las 7.45 horas, el procesado volvió a pegar fuego con un mechero al edredón y a las almohadas, sobre las que vertió whisky de la botella que tenía "para que ardieran más rápido", mientras aseguraba que allí iban a "acabar los dos" y propinaba un empujón a la damnificada para impedirle salir del domicilio, a pesar de lo cual la mujer logró "huir del lugar".

Poco después, el acusado fue detenido por agentes de la Guardia Municipal, a uno de los cuales le dijo, durante su traslado a comisaría, que tenía "muchas novias" pero que con esta "zorra, hija de puta" debía "zanjarlo antes de entrar en la cárcel, dentro de una semana". "Lo he hecho con alcohol, he rociado alcohol y he tirado el piti", confesó el hombre al policía.

La sentencia del caso aclara ahora que en el momento de los hechos el inculpado tenía limitadas sus facultades intelectivas y volitivas como consecuencia del trastorno grave por consumo de alcohol que padece.

La resolución precisa también que, a consecuencia del ataque que sufrió, la víctima tuvo una crisis de ansiedad derivada de la inhalación de humo a la que se vio sometida durante unos cinco minutos.

Asimismo, concreta que la mujer presenta indicadores de afectación psicológica, compatibles con la situación de violencia de género.

El escrito judicial considera que estos hechos son constitutivos de sendos delitos de violación, homicidio en grado de tentativa, maltrato habitual, amenazas condicionales, e injurias, a varios de los cuales aplica la agravante de parentesco y de género, así como la atenuante de embriaguez.

Por todos ellos, impone al procesado penas que suman quince años y tres meses de cárcel, así como 18 días de localización permanente y seis años de libertad vigilada, al tiempo que le prohíbe comunicarse con la mujer y aproximarse a ella durante 19 años y tres meses.

El hombre, de nacionalidad extranjera, también deberá compensarla con 30.000 euros y será expulsado de nuestro país una vez cumplidas tres cuartas partes de la condena.