- El sector de la limpieza es uno de los que a menudo ha permanecido a la sombra y fuera de los focos mediáticos y sociales. Ha tenido que llegar una pandemia para que la gente haya comenzado a tomar conciencia de la importante e indispensable labor de las limpiadoras, más aún en una situación como ésta. Leire Elola Beobide es una de las muchas profesionales que han estado al pie del cañón desde la llegada del covid. Desde hace 20 años trabaja en una residencia de ancianos, gracias al apoyo del proyecto social Zu eta Biok. Tras un año de pandemia, Elola asegura que siguen trabajando “sin parar”, aunque se muestra algo “estresada” por la cambiante situación.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando como limpiadora en Zu eta Biok?

-Llevo casi 20 años trabajando de limpiadora. Dejé los estudios de jovencita y en seguida empecé a trabajar en Zu eta Biok. Nunca nos falta trabajo a las limpiadoras, siempre hay algo que hacer, pero la pandemia nos ha hecho mucho más detallistas. Hay que desinfectarlo todo a conciencia, siempre estamos trabajando con la sombra del covid-19 detrás. El trabajo es todavía más exigente ahora que antes.

¿Cómo fue su experiencia trabajando durante el confinamiento?

-Como trabajo en una residencia de ancianos, no tuve que quedarme encerrada en casa. Al principio fue duro, tuvimos varios positivos y el trabajo se hacía muy cuesta arriba, tanto por lo que estaban pasando los propios usuarios, como por nuestras duras condiciones de trabajo. Todo era nuevo y había que ir aprendiendo día a día. Nuestras tareas cambiaron de la noche a la mañana, usábamos EPI de arriba abajo… Las limpiadoras también estamos luchando contra la pandemia, nosotras también estamos en primera fila. La gente de alrededor nos ha apoyado mucho, he recibido muchos ánimos, y se agradecen todos.

¿Tras casi un año de pandemia, en qué punto se encuentran ahora las limpiadoras?

-Las limpiadoras seguimos trabajando sin parar, con mucha responsabilidad. No bajamos nunca la guardia.

A nivel personal, ¿Cómo está viviendo estas semanas con tantos cambios en las restricciones?

-Las restricciones son una pesadez para todos, ya estamos muy estresados. Además, cuando llega el momento de descansar hay que estar pensando qué podemos hacer y qué no. Soy madre de dos hijos y hay cambios constantes de entrenamientos, extraescolares etc. Ya estamos aburridos de estar todo el tiempo cambiando la rutina.

¿Cómo ve la situación en el sector de la limpieza?

-Va mejorando poco a poco. Hoy día tenemos unas condiciones mínimas laborales: contrato, seguridad social… Se nos empieza a respetar como a trabajadoras profesionales que somos, y se va reconociendo nuestro trabajo. Es una profesión que siempre ha sido de mujeres, pero poco a poco está llegando aquí también la igualdad. Ahora hay hombres limpiadores y eso es un paso adelante.

¿Considera que la sociedad aprecia más ahora su trabajo?

-Puede ser que se nos esté reconociendo más ahora que antes. Nuestro trabajo también exige profesionalidad y la gente está viendo que también nosotras tenemos que ponernos al frente.