Doce días después de su llegada a Almería, la tripulación del Aita Mari vio este jueves la luz. El pesquero guipuzcoano reconvertido en barco humanitario ha superado todas las inspecciones pertinentes y a última hora de la jornada recibió el certificado final que le permite zarpar rumbo al Mediterráneo central. Según ha confirmado Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), la ONG que opera el barco, el buque de rescate soltará amarras desde el puerto de Adra (Almeria) esta tarde, para dirigirse a la ruta migratoria entre Italia y Libia. La tripulación la componen 13 personas y cuentan con material para realizar test de antígenos y EPI para protegerse del covid-19.

Esperan llegar a la zona de búsqueda y rescate "en unos cinco días", aunque dependerá del estado de la mar.

Lo que iba a ser una misión que se disponía a comenzar en diciembre, se ha ido demorando en el tiempo, primero por un cúmulo de desgracias (el accidente del capitán y varios temporales) que les hicieron retrasar el viaje hasta pasadas las navidades, y después, un exhaustivo control por parte de la Administración, que no ha puesto las cosas fáciles a la organización.

Aita Mari

87 personas