El instituto Biodonostia ha cerrado el proceso de inscripción de voluntarios para participar en el ensayo clínico de la vacuna contra la covid-19 desarrollada por el laboratorio alemán CureVac, al conseguir el millar de personas que necesitaba.

El proceso de inscripción se abrió oficialmente el pasado viernes, aunque Biodonostia lo inició días antes al hacer viral un mensaje en las redes sociales para animar a la población a apuntarse al ensayo clínico.

En este ensayo participarán 30.000 personas de todo el mundo, de las que hasta 2.000 podrían ser vascos mayores de 18 años, 1.000 a través del instituto Biodonostia y otros 1.000 reclutados por Biocruces en Bizkaia.

El instituto donostiarra retiró ayer el enlace publicado en su página web que remitía a un formulario de inscripción, al contar con los voluntarios suficientes, han informado fuentes de Biodonostia.

No obstante, ahora deberán hacer una criba de las personas apuntadas y determinar si deben descartar candidatos o si echan en falta personas de un perfil determinado, por lo que podrían volver a abrir la inscripción para captar aspirantes concretos.

CureVac ha desarrollado una vacuna basada en el mecanismo del RNA mensajero que estimula el sistema inmunitario, es decir, el mismo que emplean las dos vacunas que se están distribuyendo actualmente de Pfizer y Moderna.

Sin embargo las condiciones de mantenimiento y preparación de la vacuna de CureVac "facilitan la logística de su distribución", que hasta ahora es "uno de los principales obstáculos". Además, al producirse en Europa es una de las vacunas que más dosis ha comprometido para su distribución en este continente.

Las personas seleccionadas serán distribuidas de forma aleatoria en el grupo que recibe la vacuna o en el de control que recibe un placebo sin ningún efecto. El ensayo requiere dos dosis inoculadas con 28 días de margen.

Las personas participantes recibirán un seguimiento de hasta un año con visitas médicas y llamadas telefónicas y además contarán con una aplicación móvil que facilitará el registro de la información. Estos voluntarios podrán solicitar abandonar en cualquier momento y conocer si recibieron vacuna o placebo.

A los tres y a los seis meses desde la administración de la vacuna se les harán análisis intermedios y, en función de los resultados, se podría acelerar la aprobación del uso de la vacuna como ha ocurrido con algunas de las ya comercializadas.

Las personas a las que se les inocule el placebo tendrán derecho a recibir la vacuna, una vez que se dispongan de resultados suficientes sobre su eficacia.