DONOSTIA. Caritas Gipuzkoa repartirá este martes en la plaza Gipuzkoa de Donostia más de mil raciones de su rosco de Reyes elaborado por la confitería de Rafael Gorrotxategi, a un precio de dos euros. Es el segundo año que se lleva a cabo esta iniciativa y el año pasado se agotaron las porciones.

El reparto tendrá lugar de diez de la mañana hasta mediodía. La porción de roscón irá en una bolsita en la que habrá un batido, un pack de comercio justo para hacerse un chocolate caliente en casa, que sustituirá al que normalmente se reparte ya hecho por motivo de la pandemia de covid-19, y "otras sorpresas", según ha explicado en rueda de prensa Kontxi Elespe, de Caritas Gipuzkoa.

Elespe, acompañada del repostero Rafael Gorrotxategi, así como de miembros de las sociedades Unión Artesana y Gaztelubide de la Parte Vieja donostiarra, ha dado cuenta de este reparto adaptado a la situación generada por la Covid-19.Además, ha explicado que el dinero recaudado por la venta de las porciones de rosco se destinará a combatir la brecha digital que muchos jóvenes están sufriendo al no poder contar en su entorno familiar con medios, ni formación digital adecuada, para continuar con sus formaciones por vía telemática. En este sentido, ha indicado que el objetivo será "acompañar, ayudar y colaborar" con esas familias, ya identificadas por Caritas Gipuzkoa, que necesitan más recursos informáticos para que los menores y jóvenes puedan seguir sus clases y formaciones.

Elespe ha señalado que los trozos de roscón que se adquieran serán "granos de arena solidarios" en esta labor y ha explicado que para ellos este dulce tiene "tres simbologías", por un lado que es redondo, continuo, como Caritas quiere que sea "la solidaridad durante todo el año, continua"; además es "partido y compartido, equitativo, como deben de ser las oportunidades y recursos que cada persona debe tener en su desarrollo e inclusión social"; y está "repleto de frutos", como resultado "de los muchos gestos que cada persona es capaz de hacer y que cambia la realidad en la que vive".

CASI CIEN KILOS DE MASA

Por su parte Gorrotxategi ha explicado que su equipo está "encantado" de poder colaborar con esta iniciativa aunque supone un "plus" de trabajo, ya que, en unas fechas de "mucha tensión" para las confiterías, que trabajan sin descanso, supone "elaborar casi cien kilos más de masa". Según ha explicado, se repartirán porciones de roscón sin relleno, con el característico "azahar y aroma de naranja".

Además, ha advertido de que el rosco de Gorrotxategi "produce adicción" y por dos euros quienes adquieran su porción "se van a llevar más que una colaboración, un regalo".