Nos volveremos a sentar en la mesa, aunque sea en grupos pequeños. Y contra la tristeza, el mejor antídoto es el color. María Cruzado, en su tienda María Kala's de Donostia, ha constatado que este 2020 los elementos decorativos navideños, sobre todo vajillas, manteles, servilletas y centros de mesa, han tenido mayor demanda que en años anteriores.

Al mal tiempo buena cara y ya que las reuniones serán de menor tamaño, para poner un toque de alegría parece que hemos decidido esforzarnos un poco más para que nuestras mesas estén bonitas.

"Este año, sea una versión más sobria o más alegre, propongo que a las mesas se les meta color. En estas fechas los colores que más gustan son el rojo y el blanco, con algo de verde", sugiere Cruzado.

En el centro, como adorno, plantea utilizar elementos que imiten al acebo o usar ramas, con "alguna bolita o un elemento rojo". Si se opta por una versión más sobria, el mantel de lino es un valor seguro, con "algunas velas en el medio e, incluso, candelabros".

"Tenemos vajilla específica de Navidad que se vende muy bien. Este año más. El otro día vinieron una madre con una hija que iban a estar solas en las fiestas y habían pensado que para que fueran menos tristes iban a incorporar una vajilla de Navidad", señala la responsable de María Kala's.

"Se nota que hay tristeza interior y se quiere poner un toque de alegría en casa para vivir el presente lo mejor posible", apostilla Cruzado. "Este año la gente quiere alegría y color en sus mesas", abunda.

Eso sí, en manteles la opción más demandada es la "de usar y tirar", con estampados coloridos. "El mantel de lino caro se vende, pero poco. Se vende más el de tipo papel, aunque no el de las calidades más bajas, y también los manteles anti manchas con motivos navideños", explica. Como complemento, servilletas de papel que, asegura Cruzado, "hay muy bonitas". En cuanto a cristalería y cubertería, tiramos con lo que tenemos.

"El público se deja aconsejar. Es más, si le preparas una servilleta con un servilletero bonito, quieren que se los des así. Por lo general prefieren que lo preparemos todo", subraya. Tanto es así que, incluso, "han venido a comprar arbolitos de navidad y me han pedido que se los entregue con las luces puestas".

No todo va a ser malo en tiempos de COVID. "Este año, más que nunca, la gente se está dedicando a su casa. Han empezado a adornar antes que nunca. Yo ya empecé a vender decoración, incluso vajillas, en octubre", informa Cruzado.

"La gente está con ganas. Otros años muchos esperaban a Santo Tomás para decorar y este año se han adelantado. Quieren estar a gusto en casa", apunta Cruzado, para quien los últimos meses de un año tan duro para el comercio están siendo algo mejores. "Se están vendiendo más cosas para casa, otros productos no. Pero la gente está dedicándole tiempo a su hogar y a ponerlo bonito", concluye.

"Hay que decorar con organización, sentido común y mucho mimo"

JESSICA PÉREZ-OLIDEN

Decoradora