- Después de cinco semanas cerrados, los establecimientos hosteleros de Gipuzkoa retomaron ayer su actividad. No todos, ya que en Arrasate, Eibar y Ordizia no pueden hacerlo al tener una tasa de incidencia del covid superior a 500, y a otros no les compensa trabajar con solo el 50% del aforo permitido en el interior, pero alrededor del 75% de los bares y restaurantes del territorio abrieron de nuevo ayer sus puertas.

La satisfacción era moderada en los distintos establecimientos consultados por este periódico y en la Asociación de Hostelería. Por un lado, la gente tenía "ganas" de volver a tomar algo en los bares, aunque se esperaba una mayor afluencia. El tiempo tampoco ayudó, ya que a partir de las dos y media de la tarde empezó a llover y la climatología resultaba desapacible, con lo que las terrazas, que tuvieron buen ambiente por la mañana, quedaron por la tarde vacías. En cuanto al cumplimiento de las medidas, la clientela en líneas generales "cumplió", aunque se pudieron ver casos de personas que estaban tomando algo de pie, algo "prohibido" por el Gobierno Vasco "tanto en el interior como en el exterior".

"El día ha ido tranquilo por la mañana y bien al mediodía", valoraba a media tarde Kino Martínez, secretario general de Hostelería Gipuzkoa: "La gente estaba con ganas de ir a los bares, de encontrarse y de tomar algo y no ha ido mal la reapertura, aunque creo que la afluencia de gente no ha sido excesiva, ha estado un poco por debajo de lo que esperábamos". Añadía Kino Martínez que para hacer una valoración más fiable de cómo va esta reapertura con restricciones habrá que esperar "a la semana que viene": "Veremos si ese miedo o precaución que se ha metido a la gente con los bares hace mella".

El sábado fue distinto dependiendo del tipo de terraza que tiene cada establecimiento. "Hay unas que han aguantado mejor que otras, las que no están cubiertas han estado por debajo de lo esperado de clientes por el mal tiempo", comentaba Kino Martínez, que aprovechaba para hacer un llamamiento "para que se respete el metro y medio de distancia entre mesas". "Nos jugamos mucho", avisa: "Si no cumplimos, igual tenemos que cerrar otra vez".

Juantxo Pérez. Bar Gorriti

"Hemos funcionado bastante bien"

Juantxo Pérez, responsable del bar Gorriti, en la Parte Vieja de Donostia, cree que "se ha notado que la gente estaba con ganas". "Tenemos una clientela fiel y ha respondido. Teniendo en cuenta las circunstancias, las medidas y los aforos, hemos funcionado bastante bien", valoraba ayer por la tarde. El bar Gorriti había abierto "los últimos quince días para servir cafés con menos personal" y tenía ganas de volver a abrir el establecimiento, y, al igual que Kino Martínez, considera que será "a partir del lunes, cuando se trabaje una semana completa", cuando se pueda hacer una valoración más adecuada a cómo responden los clientes a esta nueva reapertura.

El primer día, dice Juantxo Pérez, pudieron "controlar bien tanto las medidas sanitarias como a los clientes". "A nosotros no nos ha costado adaptarnos a las medidas, porque son más o menos las mismas que antes del cierre obligado". Esta reapertura no implica que los hosteleros dejen de reclamar soluciones al Gobierno Vasco. De hecho, ayer este sector volvió a manifestarse en Donostia. "Las ayudas económicas que nos hagan llegar vienen bien, pero no solucionan el problema. Hemos estado mucho tiempo cerrados. Ahora tenemos que aceptar y cumplir unas normas, a nosotros no nos queda otra".

Andoitz Urdapilleta. Bar Erniope

"Hemos trabajado, pero esperábamos más gente"

En el bar Erniope, de la Parte Vieja donostiarra, tuvieron gente en la terraza "hasta las dos y media o así", pero luego la lluvia vació las mesas, que están descubiertas. "Hasta que haga mejor tiempo estaremos así", reconoce Andoitz Urdapilleta, nieto del dueño del local.

"Esperábamos quizás más gente. Hemos trabajado, pero pensábamos que tendríamos algo más de clientes", comentaba después del turno de la comida, a la espera de una noche algo más floja: "A ver cómo se mueve la gente. Vamos poco a poco. Hemos abierto y tenemos que tirar para adelante, aguantar. Mejor así que cerrados, eso segurísimo".

Andoitz Urdapilleta reclama también más ayudas institucionales ante el difícil momento que atraviesa la hostelería: "Si nos han obligado a cerrar los bares, que las ayudas sean en la misma proporción. En las condiciones de ahora algunos no pueden abrir, nosotros vamos tirando con la gente de casa, tenemos algún trabajador en ERTE".

Oihane Agirre. Gandarias

"Hemos completado los dos turnos de comidas"

El Gandarias es uno de los establecimientos clásicos de la Parte Vieja de Donostia y su reapertura fue "mejor imposible", tal y como reconoce Oihane Agirre, de la dirección del establecimiento: "Hemos trabajado bien. Teníamos dos turnos para comidas, a la una y a las tres, y los teníamos completados mediante reserva. Y las mesas de fuera también han estado solicitadas".

Cree Oihane Agirre, al igual que los dueños de otros establecimientos que la gente estaba ayer "con ganas": "Es verdad que hay bares que siguen cerrados, así que los clientes han venido a los que estábamos abiertos, pero había ganas, es verdad".

El Gandarias ha permanecido abierto estas últimas cinco semanas para hacer pedidos a domicilio y encargos para llevar, aunque no tuvieron "mucha demanda" porque el "tipo de comida" que ofrecen invita más a sentarse en el restaurante. Para la tarde tenían previsto "tener la cocina medio abierta por si alguien quiere comer algo de picoteo o llevarse algo para casa". Y es que la otra limitación que deben afrontar los establecimientos hosteleros es la de cerrar a las 20.00 horas, lo que les impide, de facto, ofrecer cenas. Al menos hasta las 21.00 pueden preparar pedidos para recoger en el propio local y pueden repartir a domicilio hasta las 22.00.

Kino Martínez, de Hostelería Gipuzkoa, cree que la afluencia de gente estuvo ayer "un poco por debajo de lo esperado"

Por la mañana hubo ambiente en los bares, pero el mal tiempo hizo que por la tarde las terrazas descubiertas quedaran vacías