l calendario de Arantzazu cumple 75 años formando parte de la historia cotidiana de los hogares vascos, especialmente en Gipuzkoa y Bizkaia.

Con el gesto de pasar las hojas de este taco se comenzaba y se comienza la jornada en miles de hogares, disfrutando con las reflexiones, la historias, la información e, incluso, los chistes que aparecen en la parte posterior de cada una. Siempre en euskera, todo en euskera.

El franciscano Joxe Mari Arregi es quien desde hace tres años se encarga de dirigir la elaboración del calendario que, en la actualidad, vende 6.500 unidades que pueden adquirirse, al precio de 9,5 euros, en las librerías y estancos de cualquier municipio vasco, entre otros puntos, aunque también se pueden comprar por Internet en la web www.aran-tzazu.org y también en otras como durangokoazoka.eus o en elkar.eus.

El trabajo de elaboración del calendario no resulta sencillo. No hay que olvidar que son 365 hojas en las que siempre se cuenta algo de interés. Por ello, Arregi y el equipo que le acompaña en este empeño no paran de tomar nota de ideas y recopilar informaciones de interés. Ya está todo adelantado para el de 2022, porque para el mes de mayo tiene que entrar en imprenta.

Es el director quien se encarga de elegir el contenido. “No es fácil, son 365 días y hay que estar pendiente. Por ejemplo, la semana pasada le hicieron una entrevista a Karlos Argiñano y, entre otras cosas, dijo que “hay que ver, andan buscando agua en Marte y en África no hay agua”. Pues eso, siempre en euskera, seguro que se recoge en alguno de los días del próximo calendario, porque da que pensar”. También paseará por este entrañable calendario el Euskaraldia y los datos que deja como resultado.

“Cada colaborador tiene su área de trabajo, desde los bertsos, a las plantas medicinales, los montes, los ríos de nuestra tierra y los lunes, para empezar con humor la semana, algún chiste”, explica Arregi. Con todo ello bien ordenado, se edita el calendario.

Efemérides, detalles geográficos, contenidos vinculados con la Iglesia... “En general nuestro mundo es el humanismo. Recogemos todo lo que creemos que puede hacer más humana a la humanidad”, señala.

Arregi y Roman Azkue se encargan de llevar las riendas de un equipo integrado por una docena de personas, la mayoría frailes o exfrailes, que ayudan en el ingente cometido de que cada día tenga su historia y resumirla en unas pocas líneas.

En 1946, cuando nació el calendario Arantzazuko Andre Mariaren Egutegia, el duro ambiente de posguerra imperaba en la sociedad en unos años negros para el euskera y cultura vasca. Así las cosas, la decisión de editar este calendario no estuvo exenta de valentía.

Siguiendo el camino iniciado por Lopez Mendizabal, el padre Joxe Antonio Garate y un pequeño grupo de colaboradores consiguieron sacar adelante el proyecto del calendario que dirigió durante 22 años.

De aquel primer número se editaron 50.000 ejemplares, de los que se vendieron 25.000, que se repartieron en parte en burro. En aquellos primeros años el calendario de Arantzazu era un calendario muy viajero, que además de venderse en Gipuzkoa, Bizkaia, Araba y Nafarroa, cruzó incluso el océano para llegar a México o Argentina, donde era recibido con los brazos abiertos por la colonia vasca.

Llegó incluso a editarse en bizkaiera: 1.000 ejemplares en 1952 que llegaron a ser 8.000. Esta edición se despidió en 1981.

75 años de trabajo incesante el que los franciscanos de Arantzazu han llevado a cabo una historia que ya suma muchos capítulos y que ha sido recogida en publicaciones como Arantzazuko Andre Mariaren Egutegia 50 urtez etxeko, de Iñaki Beristain, o Arantzazuko Egutegia, de Joseba Intxausti.

Aunque ese taco presente en tantas y tantas casas vascas tiene una imagen característica, lo cierto es que ha sufrido distintos cambios con el paso de los años, entre ellos uno evidente: la reducción de la tirada, que ha ido bajando de 25.000 a 15.000, hasta los actuales 6.500.

En cuanto al estilo, desde 1968 el euskera batua se fue haciendo hueco en el calendario, que conoció un breve paréntesis (1978-1979) en el que cambió de formato y en cada página se recogía una semana, propuesta que no obtuvo ningún éxito, volviendo al taco, aunque en los últimos años con un tamaño algo mayor.

Cuando el padre Garate dejó la dirección del calendario en 1969, esta quedó en manos de los estudiantes de Teología de Arantzazu hasta que tomó las riendas el padre Joxe Luis Zurutuza en 1977, otra figura clave en la historia del calendario, publicación que en 1996 fue merecedora del Premio Anton Abbadia que concede la Diputación Foral de Gipuzkoa.

En la última etapa se ha tratado de equilibrar la estructura interna del calendario, de tal modo que los temas que se tratan en cada día de la semana responden a un plan ya fijado. Pero sea como sea, lo que queda intacto es el espíritu. “Hemos conseguido que muchas personas empiecen el día leyendo en euskera”, concluye Arregi.

Internet. Además de en la propia web de Arantzazu, www. arantzazu.org, se puede adquirir en durangokoazoka.eus o elkar.eus.

Puntos de venta. El popular calendario se comercializa en distintos puntos de venta, desde librerías a estancos .

Por teléfono. Resulta también habitual que las personas interesadas contacten por teléfono con Arantzazu, desde donde se les envía el calendario a casa.

Ale ugari. Durangoko Azokak garrantzi handia du Arantzazuko Andra Mariaren Egutegiaren salmentetan. “Urtero joaten gara Durangora eta egun horietan 400 ale saltzen ditugu”, azaltzen du JoXe Mari Arregik. Aurten azoka fisikorik ez da izango, baina 75. urteurrena ospatzeko “leku berezi bat egingo digute eta elkarrizketa bat eskainiko dugu abenduak 6an”. Hainbat web orrialdetan salgai egongo da aurten egutegia, baina asko dira Arantzazura telefonoz deitu, enkargua egin eta etxean jasotzen dutenak. 75 urte hauetan 1.200.000 egutegi saldu dira, miloitik gora sukalde, egongela edo logeletan zinitzilikatu direla. “Urte bakoitzak 365 egun ditu eta 400 milioitik gora orri euskaraz zabaldu ditugu. Esatea erraza da”, berresten du Arregik.

“En el calendario se incluyen contenidos que creemos que hacen más humana a la humanidad”

Director del calendario de Arantzazu