- La Ertzaintza ha culminado la operación Erasoak que ha permitido identificar a tres varones que captaban a mujeres menores de edad de Gipuzkoa y Araba para realizar sesiones de pornografía online. A estas personas, residentes en Madrid, Málaga y A Coruña, se les han abierto diligencias por delitos contra la libertad sexual.

Según informó el Departamento vasco de Seguridad, las primeras informaciones se recibieron en la comisaría de Hernani, siendo asumida la investigación en el mes de febrero por parte de la Sección Central de Delitos en Tecnologías de la Información de la Ertzaintza.

La Policía vasca identificó a personas que estaban captando, a través de Internet, a mujeres menores de edad a las que ofrecían dinero o ropa de marca a cambio de realizar conexiones pornográficas online ante usuarios desconocidos. Con esas sesiones generaban material audiovisual para adultos, que vendían como paquetes de vídeo e imágenes.

Si bien hasta el momento han sido localizadas cuatro víctimas, todas menores de edad, de entre 12 y 15 años, residentes en localidades de Gipuzkoa y Álava, la investigación continúa abierta, ya que se sospecha que hay más personas afectadas.

Las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número 5 de Donostia y a la Fiscalía de Menores de la capital guipuzcoana, al ser dos de los presuntos culpables menores de edad.

Aunque los investigados no se conocían personalmente, se cree que habían coincidido en diferentes foros de Internet creados para el intercambio de todo tipo de archivos entre usuarios, también ficheros de contenido sexual a cambio de dinero.

Todos los investigados empleaban la misma forma de operar. Inicialmente contactaban aleatoriamente con chicas jóvenes que contaban con perfiles abiertos en redes sociales y les enviaban mensajes privados en los que prometían dinero, ropa de marca, móviles o seguidores para sus perfiles de redes sociales a cambio de que realizaran conexiones en directo de contenido sexual ante un elevado número de usuarios.

En la investigación se comprobó que los delincuentes buscaban especialmente menores de edad para aumentar su lucro. Si las chicas que recibían los mensajes aceptaban la proposición, los investigados pasaban a controlar su actividad mediática.

Los investigados contactaban con menores con perfiles abiertos en redes sociales y les enviaban mensajes privados

Prometían dinero, ropa de marca, móviles o seguidores para sus perfiles en redes a cambio de conexiones

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