- La consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, aseguró ayer que las “características” del albergue de Irun para migrantes en tránsito “no se adecúan” al “perfil” de algunas de las personas que intentan acceder a sus instalaciones.

“Hay quienes incitan a usar un recurso cuando desde el principio saben que no cumplen el perfil para hacerlo, y me sorprende”, respondió Artolazabal, quien desveló que “alguna de las personas que ha intentado acceder” a este albergue estos días “llevan más de tres años en la península”. “Creemos que las características del recurso no se adecúan a su perfil”, subrayó la consejera, antes de aclarar que el albergue de Irun “ha servido para atender diferentes realidades y en ocasiones se han flexibilizado los requisitos de acceso, para poder atender a personas que por sus características, de especial vulnerabilidad, como por ejemplo mujeres con hijos, lo han necesitado”.

Por estos motivos, opinó que no es el momento “de hacer algunas declaraciones”, sino de “arrimar el hombro”, poniendo en valor “el trabajo que desde hace años realizan las administraciones con Cruz Roja para atender a personas vulnerables”.

“Ahora toca trabajar de forma coordinada para tratar de dar solución a estas otras realidades, aunque quiero remarcar que a las personas migrantes en Euskadi se les ofrece una atención integral”, insistió la consejera, quien recordó también que “la actual situación de pandemia obliga a tomar una serie de medidas para realizar una trazabilidad de las personas que van a ser atendidas” en los estos lugares.

Por su parte, la red de acogida Irungo Harrera Sarea, “como colectivo que trabaja sobre el terreno y lo conoce minuciosamente”, mostró su disposición “absoluta” a sentarse con Artolazabal o con quien “ella crea oportuno”, para mejorar la “acogida integral” que el Gobierno Vasco dice que se facilita en Euskadi a los migrantes en tránsito.

Respecto a la “flexibilización” en la atención que se ofrece desde el recurso ubicado en Irun, y que coordina Cruz Roja, Irungo Harrera Sarea aseguró que “esta no es sistemática ni se aplica siempre”, y apuntó que este pasado fin de semana “una persona en pleno brote psicótico ha tenido que dormir enfrente del albergue y, sabiendo de su situación, se le negó la entrada de plano, aun habiendo un informe médico de Osakidetza”.