- Muchos países europeos registran un número de contagios por COVID-19 que nunca vieron durante los peores momentos de la pandemia el pasado marzo. Sin embargo, el número de fallecidos continúa muy por debajo de los niveles previos. Ante el gran aumento de contagios de los últimos días, las capitales se decantan por cerrar bares y limitar la vida social, pero descartan el confinamiento total. Bélgica es el Estado miembro con medidas más severas.

La segunda oleada de COVID-19 golpea a algunos países europeos con más contundencia que la primera. Es el caso de Bélgica, que durante marzo ya se situaba como uno de los países con más contagios por 100.000 habitantes del mundo. A día de hoy es el segundo país europeo con más nuevos casos de COVID y el primero con medidas en vigor más severas.

El país que acoge a las instituciones europeas superó el martes pasado los 10.000 casos de coronavirus en un solo día. Desde el Gobierno aseguran que la situación "es más seria" que durante el confinamiento nacional decretado en marzo. El próximo lunes entrarán en vigor las nuevas medidas restrictivas del Ejecutivo para frenar la propagación.

Cafeterías, bares y restaurantes permanecerán cerrados durante un mes. El país estará bajo toque de queda desde medianoche hasta las 5.00 horas y los contactos cercanos quedan reducidos a una persona.

En la UE, por delante de Bélgica (701) solo se encuentra la República Checa, con una tasa de incidencia de 828 casos por cada 100.000 habitantes durante las dos últimas semanas. El Gobierno de Andrezj Babis ordenó el cierre de colegios, residencias, bares y restaurantes hasta el 3 de noviembre y limita las reuniones sociales a seis personas. Otra de las medidas decretadas es la prohibición de beber alcohol en público.

En línea con las medidas belgas, Países Bajos optó por un "confinamiento inteligente" y recomienda a sus ciudadanos teletrabajar en la medida de lo posible y reducir al máximo los desplazamientos. No se podrá comprar alcohol a partir de las 20.00 horas y los bares y restaurantes permanecerán cerrados hasta nuevo aviso.

Francia también asiste a cifras récord en esta segunda sacudida. Tras registrar más de 30.000 nuevos casos en 24 horas, el gobierno de Emmanuel Macron decretó el toque de queda nocturno -desde las 21.00 hasta las 6.00 horas- en París y otras ocho grandes ciudades durante al menos un mes. Sin embargo, el inquilino del Elíseo no opta por el cierre total de restaurantes ni por el confinamiento generalizado de marzo y busca así frenar la vida social de los franceses.