- "En seis meses, el único evento que hemos hecho es el triatlón de Bilbao, el pasado 26 de septiembre". Es la realidad del donostiarra Eneko Ruiz, responsable de eventos deportivos de la empresa Innevento, que ha pasado de organizar competiciones tan importantes como los saltos de Red Bull en Bilbao, el Campeonato del Mundo de baloncesto, también en Bilbao, o el Europeo de rugby para veteranos que se celebró en Donostia -por citar algunos de los muchos en los que ha estado involucrado de una u otra manera en los últimos años- a no poder apenas trabajar desde que el COVID-19 provocara el confinamiento de la población y lo que ha venido después, es decir, la obligación de evitar las aglomeraciones de gente. Un dardo directo a cualquier competición o evento, que se base en aglutinar a cuanta más gente mejor.

"Todo lo que teníamos planteado para esta temporada se nos ha venido abajo, ha sido horrible. Desde mediados de marzo, el primer y único evento que hemos hecho es el triatlón de Bilbao, que sirvió como Campeonato de España de media distancia. El resto, que son el triatlón de La Rioja, el Bilbao Downhill -una competición ciclista de descenso de nivel internacional- o una carrera de montaña, se han caído. Justo el fin de semana anterior al confinamiento salvamos el Chess and Gazte, un evento de ajedrez para 150 niños en Bilbao. Pero luego, nada".

Por no hablar de lo que supuso para Eneko y su empresa la suspensión de la Eurocopa de fútbol -que iba a disputarse este pasado verano en varias sedes, entre ellas Bilbao, y que se celebrará en 2021-, ya que eran los encargados de lo que se denomina "experiencia de espectador". "Llevábamos desde el año pasado trabajando con la UEFA y el Ayuntamiento de Bilbao. La experiencia del espectador se basa en el día del partido, qué hace el espectador desde que llega a Bilbao hasta que se va: señalización, actividades de animación fuera y dentro del estadio... Ahora la Eurocopa se ha pospuesto a 2021 y habrá que ver si estas actividades tienen cabida en la nueva realidad del COVID".

Las limitaciones para congregar a mucha gente seguirán vigentes durante unos cuantos meses más. No se sabe cuándo se podrá regresar a la normalidad, y eso provoca "dos miedos" en un organizador de eventos como Eneko Ruiz: "Por un lado está la parte política. El que nos da los permisos es el político, que tiene más cuidado que el ciudadano normal y está con el miedo del qué dirán si da un permiso para algún evento, así que conseguir esos permisos en las ciudades será más complicado por muchos protocolos que añadas. Y por otro lado está el miedo que pueda tener el público a las grandes aglomeraciones. Habrá que replantearse todo, hacer eventos híbridos, participación online, o hacerlo incluso en días separados... en los triatlones o en las pruebas ciclistas se puede sacar a la gente de uno en uno, en el running habrá que buscar también algo así".

Otro aspecto que puede mediatizar la organización de grandes eventos es "las nuevas costumbres de la gente", según Eneko Ruiz: "Antes te apuntabas a un triatlón o una Behobia-San Sebastián con siete u ocho meses de antelación, lo mismo que pasa con un concierto o un musical, que cogías las entradas con meses de antelación. Ahora probablemente la gente no lo hará y apurará hasta el final para apuntarse. Y eso va a hacer que no dispongamos de dinero en caja, con lo que tendremos dificultades para pagar las nóminas o para adelantar dinero necesario en la organización. Ahí tendremos un problema económico importante".

La época sin eventos se puede hacer muy larga: "Hay que tener en cuenta que entre diciembre y marzo no hay eventos aquí por la climatología. Vienes de esa época, enganchas con las cancelaciones por el COVID y hasta abril del año que viene tendremos poca o ninguna actividad. Es decir, es año y medio con ingresos muy deficientes". Y la próxima primavera aún es una incógnita: "Hay grandes eventos como el maratón de Barcelona, que suele ser en primavera, que el año que viene se van a celebrar en otoño. Manejan esos plazos porque en primavera no lo ven claro. Trataremos de hacer eventos lo más seguros posibles, pero la nueva normalidad para nosotros será difícil llevarla a cabo hasta otoño de 2021".

"Hay grandes eventos que se iban a celebrar la próxima primavera y los han retrasado ya al otoño"

Responsable de eventos deportivos