na indemnizacción de 110. 000 euros (más de lo que solicitaba la acusación), el reconocimiento expreso de los hechos, sin ningún pero; y su arrepentimiento permitirá a los futbolistas Sergi Enrich, actual capitán del Eibar, y Antonio Luna, ex armero que milita en el Girona de Segunda División, eludir la cárcel y continuar con sus carreras. Así lo reconoció el abogado de este último al término de la vista oral que tuvo lugar ayer en el juzgado número 3 de lo Penal de Donostia. Tanto la Fiscalía, como la acusación particular, en representación de la víctima, rebajaron las solicitudes de condena para estos dos futbolistas tras la declaración de ambos en el juicio: de cinco a dos años, al tener en cuenta como atenuante la reparación del daño y el arrepentimiento. Luna rompió a llorar en mitad de su testimonio: "No pensábamos que todo esto pudiera acabar así. No lo hicimos para hacerle daño".

Ambos admitieron que grabaron el vídeo en el que se les ve manteniendo relaciones sexuales con una mujer en la noche del 18 al 19 de abril de 2016; reconocieron que tomaron las imágenes sin el consentimiento de la joven donostiarra con la que mantuvieron dichas relaciones; más aún: que eran conscientes de que ella había mostrado su rechazo a ser grabada. También que la engañaron al día siguiente, en una "conversación telefónica muy larga", en la que le reiteraron que habían borrado el vídeo.

"Pero no lo hicimos en ese momento", admitió Enrich, pese a la insistencia de ella. Es más, aseguraron que esa misma mañana se lo enviaron, "sin consentimiento ni conocimiento de la víctima", a su compañero en el Eibar Eddy Silvestre, actual jugador del Albacete, equipo que milita en Segunda División. Silvestre también declaró ayer en el juicio, acusado de difundir la grabación que se hizo viral en todo el Estado español. Sus compañeros de vestuario le señalaban a él desde el principio y así quedó constatado en dos audios registrados como pruebas.

Silvestre lo negó todo y tendrá que esperar a la sentencia para saber si se libra de la cárcel o no. El ministerio fiscal, que destacó la diferente actitud de Enrich y Luna, arrepentidos, por un lado; y Silvestre, por otro; mantuvo para este la petición de dos años y un día, lo que le llevaría a la cárcel, mientras que la acusación particular sostuvo su solicitud de tres años, además de reclamar una indemnización de 30.000 euros a la víctima. Silvestre echó balones fuera. Todo o nada. Si la jueza no da por probado que pasó el vídeo, podría librarse. Si considera que lo hizo, podría ir a prisión.

Los hechos se produjeron la madrugada del 18 al 19 de abril de 2016 y el vídeo explotó finalmente y se hizo viral el 5 de octubre de ese mismo año. La víctima, cuya identidad se mantuvo en el anonimato durante la vista celebrada ayer, lo supo mientras trabajaba en un bar de Donostia, cuando un amigo que había recibido el vídeo viral en un grupo de WhatsApp se lo comunicó. "¿Qué es esto, qué me habéis hecho, por favor...? ¡Paradlo! ¡Quiero que lo paréis!", le dijo al propio Enrich por teléfono nada más conocer la divulgación del vídeo. Así lo relató su amigo en la testifical.

El daño está hecho. Pero la víctima, según expresó su abogado, Iñigo Iruin, siente "alivio y satisfacción", al haber quedado probado que "en ningún momento consintió esa grabación ni su posterior difusión". Los futbolistas admitieron que la grabaron "de común acuerdo" mientras practicaban sexo; y lo hicieron pese al rechazo de ella. También de forma conjunta le enviaron el vídeo a Eddy Silvestre a la mañana siguiente, "solo a él, solo a Eddy", desde el móvil de Enrich.

Le enviaron este vídeo tan íntimo porque tenían "mucha confianza con él", pero "enviárselo a Eddy fue otro error", dijo Enrich. "Viendo las imágenes, quiero pedirle perdón otra vez a ella porque son imágenes duras y me arrepiento mucho pero así fue... No las quiero ni mirar", dijo Enrich.

Silvestre lo negó todo. O casi todo. "No recuerdo el día exacto, pero lo recibí de Sergi (Enrich)", aclaró. No pudo aclarar, sin embargo, si se lo pasó a él directamente o al grupo de WhatsApp que tenían los jugadores del Eibar, a donde Enrich, dijo Silvestre, "solía enviar vídeos de ese tipo; era muy bromista", añadió. "Para mí fue un vídeo más. Lo vi, pero no llegué a verlo entero porque tengo pareja y lo borré por miedo a que lo viera ella", declaró el jugador almeriense, de 28 años de edad.

Según dijo, a Enrich le gustaba "presumir de ligues y grabarse. Tenía muchos vídeos de él, porque él era una persona que se exhibía". Silvestre negó haber pasado el vídeo a los jugadores del Cádiz, equipo en el que militaba cuando estalló en las redes el vídeo, en octubre de 2016. También negó tener una relación de confianza con Enrich y Luna cuando estos le enviaron el vídeo y reiteró que sus estilos de vida eran "diferentes": "Yo tenía pareja y sigo con ella; llevo ocho años".

En el juicio declararon como testigos los futbolistas Pedro León, compañero de Enrich durante las últimas cinco temporadas en el Eibar, y Dani García, capitán del equipo armero cuando explotó el vídeo sexual en las redes sociales de todo el Estado en 2016. García, actual jugador del Athletic, no recuerda que dichas imágenes fueran puestas en el WhatsApp del grupo de futbolistas del Eibar.

Al terminar el juicio, el abogado de la víctima, Iñigo Iruin, dijo que las declaraciones de Enrich y Luna "han permitido averiguar la totalidad de lo acontecido, al señalar de manera inequívoca que la única persona a la que entregaron o cedieron el vídeo fue a Silvestre" y que, por tanto, "la difusión la produjo él sin ninguna duda".

"Para mí era un vídeo más; eran habituales en él (Enrich), es una persona que se exhibía"

Exjugador del Eibar imputado

"No pensábamos que todo esto pudiera acabar así; nunca quisimos hacerle daño"

Exjugador del Eibar imputado

"Las imágenes son terribles, quiero pedirle perdón otra vez a ella; me arrepiento mucho"

Jugador del Eibar imputado