- En una misiva dirigida a Euskal Herriko Koordinadora Feminista, el lehendakari reitera que el cambio de Departamento de Emakunde "no conlleva retrocesos en las políticas de igualdad". Iñigo Urkullu vuelve a defender la decisión de desvincular el Instituto Vasco de la Mujer de Lehendakaritza, a la que estaba adscrito desde 1988, para situarla dentro del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Colectivos feministas solicitaron que se reconsiderara el trasvase al estimar que el organismo quedaba relegado, perdiendo así su referencialidad y trasnsversalidad. Sin embargo, Urkullu vuelve a sostener en la carta de respuesta, al igual que en el último pleno del Parlamento celebrado la semana pasada en Gasteiz, que Emakunde seguirá obrando con autonomía, con la misma "identidad, estructura, presupuesto y organigrama".

Según recoge el escrito firmado por el lehendakari, "el cambio de adscripción no conlleva retrocesos en las políticas de igualdad. Tampoco se puede interpretar como un retroceso en el liderazgo del lehendakari en el impulso de las políticas de igualdad". En esa línea, asegura que "Emakunde mantiene su identidad, estructura, presupuesto y organigrama. La relación entre el lehendakari y Emakunde será la misma y, como hasta ahora, continuaré siendo el presidente del Consejo de Dirección de Emakunde". Asimismo, argumenta que la atribución de funciones al Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales en materia de políticas de igualdad y, en consecuencia, la adscripción del organismo autónomo Emakunde a dicho departamento "es una decisión legal".

En la carta, en la que manifiesta que la resolución no contraviene los acuerdos tomados en la Conferencia Mundial de las Mujeres, celebrada en Pekín en 1995, señala que la decisión "no supone que las políticas de igualdad públicas queden relegadas a un segundo plano, ni que Emakunde perderá su capacidad de influir en el resto de políticas públicas del Gobierno Vasco". De hecho, afirma que Emakunde "es un órgano autónomo y, por lo tanto, desarrolla políticas de gobierno de forma descentralizada, esté donde esté adscrito". A su juicio, "la readscripción de Emakunde no afecta de ninguna manera a la transversalidad necesaria en las políticas de igualdad, no las debilita, ni influye en su dignidad, y no impide que dichas políticas sean firmes y efectivas". Por ello, sostiene que la transversalidad de las políticas en materia de igualdad no viene determinada por la adjudicación de tareas y áreas de actuación en dicha materia a Lehendakaritza, ni por la adscripción de Emakunde, "sino por las funciones adscritas a Emakunde en nuestro ordenamiento jurídico, y, especialmente, por la ley de 1988; y, más concretamente, por Ley 4/2005, de 18 de Febrero, para la Igualdad de Mujeres y Hombres". De esa forma, asegura que "nada ha cambiado".