- Conscientes de que "no podemos bajar la guardia", que estamos condenados a "convivir con el virus" y que se tiene que "lograr el equilibrio perfecto entre la seguridad y el bienestar emocional", la Diputación de Gipuzkoa permitirá las visitas y las salidas de los usuarios de las residencias de ancianos del territorio, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita. De esta forma, se irá "adaptando e impulsando todas las medidas que sean necesarias, en función de las necesidades que demande cada momento".

La diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, compareció ayer en las Juntas Generales, donde desgranó el protocolo para la vigilancia y control de la pandemia publicado el martes por el Gobierno Vasco y que se concretará en "los próximos días" mediante la publicación de una Orden Foral que recogerá las condiciones en las que se llevarán a cabo.

"La situación que vivimos ahora es diferente a la de marzo. La incidencia del virus entonces era mayor, por eso las medidas adoptadas eran más restrictivas en todos los ámbitos; ahora, sin embargo, estamos conviviendo más con el virus. Las calles están abiertas, las residencias también y el riesgo es mayor. Adoptamos las medidas de manera quirúrgica y revisamos permanentemente la situación de toda la red para adelantarnos al máximo posible y atajar así el avance del virus", indicó Peña.

En lo que respecta a las visitas y las salidas de los usuarios de las residencias, como ya se avanzó el martes, estarán permitidas siempre que se cumplan una serie de criterios relacionados con el contagio comunitario, la situación epidemiológica del entorno o los casos confirmados en los centros. En este sentido, Peña recordó que las decisiones se adoptarán de manera "quirúrgica" y se revisarán de forma "periódica". "Desde la prudencia y la responsabilidad compartida, las salidas se podrán seguir realizando en todos los centros donde la situación epidemiológica lo permita", añadió.

Algo similar ocurre con las visitas, autorizadas en aquellos centros "sin casos positivos", y están limitadas a una persona por usuario, no teniendo que ser la misma en todas ellas, que podrán acercarse al centro hasta dos veces por semana una hora cada vez. Estas medidas no afectarán a aquellos usuarios que se encuentren en el proceso final de la vida, así como a personas con deterioro cognitivo.

Durante su comparecencia, Peña también se refirió a las medidas adoptadas por el ente foral en el seno del Plan de Choque activado con motivo de la pandemia y que tienen como objetivo "fomentar la prevención y mantenernos alerta". En este sentido, recordó que, hasta el pasado día 19, se habían realizado 13.626 pruebas PCR "preventivas" y "aleatorias" entre los usuarios y trabajadores de las residencias y centros de día del territorio.

Además, a fin de prevenir contagios, se continúa trabajando en el suministro de material de protección y se han repartido ya 900.000 mascarillas quirúrgicas, 50.000 mascarillas FFP2, 700.000 guantes y 700.000 batas. Además, se está procediendo a la desinfección de los centros en colaboración con los Bomberos y personal de DYA, y se presta asesoramiento técnico de la mano de profesionales de Aita Menni.

Peña también informo de que se ha reforzado la inspección en toda la red y se están revisando los planes de contingencia y prevención y se ha reforzado el plan de formación iniciado en abril.

Asimismo, ante la evolución de la pandemia, se han adaptado y abierto nuevos recursos y centros. Reflejo de ello es que la residencia San José de Ordizia reabrirá sus puertas en octubre convertida temporalmente en un centro medicalizado que atenderá a casos leves de COVID-19 derivados del resto de centros.

Por otro lado, el Departamento de Políticas Sociales informó ayer de que en las últimas horas una persona más ha fallecido, por lo que ya son 21 las defunciones registradas en las residencias de ancianos desde el pasado 11 de agosto. La víctima es una persona usuaria del centro Santa Maria Magdalena de Hernani de 99 años.

Además, las pruebas PCR realizadas en las últimas horas han descubierto un nuevo positivo, en el centro Mizpirualde de Bergara, con lo que a día de hoy son ya 51 los residentes contagiados. Estos son usuarios de Santa María Magdalena de Hernani (25), Sagrado Corazón de Errenteria (15), Alai-Etxe de Donostia (8) y Mizpirualde de Bergara (3). Son doce las personas que requieren de atención hospitalaria y se encuentran ingresadas, y otras 23 están siendo atendidas en la planta social del Hospital de Eibar, el centro de referencia para la atención de casos COVID-19 derivadas de las residencias de Gipuzkoa.

Por contra, cuatro personas más han recibido el alta epidemiológica: dos residentes de Sagrado Corazón de Errenteria, uno de Hermano Garate-San Ignacio de Donostia y otro de Alai Etxe, también en la capital guipuzcoana, por lo que ya son 18 las personas que se han recuperado de esta enfermedad en lo que llevamos de segunda ola.

Una persona ha fallecido, por lo que ya son 21 los usuarios de estos centros que han perdido la vida desde el pasado 11 de agosto