- La decisión del Gobierno Vasco de obligar a los bares y los locales de ocio nocturno a cerrar a la 1.30 horas -además de otras medidas paralelas como volver a reducir los aforos e imposibilitar a los clientes tomar algo en el exterior salvo que sea sentados en una terraza- ha hecho que la hostelería guipuzcoana se una y muestre su "rechazo" ante una orden que entró en vigor la pasada semana, que considera "injusta", que supondrá el cierre "de muchos negocios" y que traerá consigo la "pérdida de muchos empleos". Una situación "grave" y que hizo que ayer representantes de alrededor de 75 negocios hosteleros del territorio (especialmente de la zona centro de Donostia) ofrecieran una rueda de prensa al lado del Ayuntamiento para pedir alguna solución precisamente a las instituciones.

"Estas medidas se ven injustificadas por la falta de datos precisos. Nada a día de hoy ha demostrado que sea en esta franja horaria vetada donde surja uno de los focos responsables de la propagación del COVID-19. Máxime cuando al limitar horarios en establecimientos lo que se consigue es que el público se reúna en zonas no adecuadas, como casas particulares o plazas", dice el comunicado de los hosteleros, leído por Natalia Medina, gerente de The Hole, e Igor Artola, de Chopper Bar. "Consideramos incoherente restringir horarios porque los diferentes grupos de población acabarán solapando sus salidas. Cerrar a la 1.30 no vale para nada".

Los hosteleros, que organizaron la rueda de prensa al margen de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, lamentan que "el dictamen del Gobierno Vasco implica que aquellos que se dedican al ocio nocturno quedan despojados de sus horas de mayor actividad, suponiendo en la mayoría de los casos que sea inviable la continuidad de dichas empresas". "La situación es muy grave. Muchos negocios no van a poder resistir", avisan: "Esto conlleva la pérdida de negocios y con ello la pérdida de muchos empleos tanto directos como indirectos, como pueden ser los proveedores. Muchas familias viven de la noche. Esta medida la han tomado sin contar con nosotros. A los locales que abren a la una no les merece la pena abrir".

Las consecuencias para cada local son distintas dependiendo de cuáles eran sus horarios habituales antes de la crisis sanitaria. Para las discotecas que abrían a la una de la madrugada las restricciones les implica tener que cerrar, para los locales del grupo 3 (pubs) supone un importante mordisco a su actividad, que se alarga hasta las 4.30 los fines de semana y vísperas de festivo, y también salpica a los del grupo 2 (bares de pintxos y restaurantes), ya que algunos de ellos podían abrir hasta las 3.00.

Gorka Millan regenta el Herria Taberna y considera que hay gente que "si no puede salir tranquilamente a tomar unos potes, igual no sale tampoco a comer un bocadillo". Su local cerraba a las 3.00 entre semana y a las 4.30 los fines de semana y vísperas de festivos. Ahora se ha visto obligado a reducir su horario, lo que afecta a sus trabajadores: "Mantenemos los siete empleados, pero ya hemos empezado con los recortes de horario. El que sale perjudicado es el trabajador, porque se le reduce la jornada a quince horas".

Denuncia Gorka Millan que los hosteleros se sienten "indefensos ante el Gobierno Vasco": "Nadie nos informa de nada, tampoco la Diputación ni el Ayuntamiento. Al contrario, todo es normas y presión para nosotros. ¿De verdad el motivo de los brotes es que estemos abiertos a partir de la 1.30? Si estábamos un poco flojitos por todo lo que ha pasado en primavera y ahora estábamos trabajando un poquito bien, con las medidas de ahora veremos qué pasa".

Fernando Rilova, que regenta el Minuto y Medio y tiene "a medias" con Natalia Medina el pub The Hole, lamenta que los locales de ocio nocturno son "la cabeza de turco" de la situación sanitaria creada por los rebrotes: "Lo del Gobierno Vasco ha sido un decretazo. Parece que el virus solo circula de noche, pero al mediodía das un paseo por el Boulevard y hay más gente de la que puede haber a las tres de la mañana. Para nosotros es ilógico", comenta a este periódico Rilova, que avisa de las dificultades que esperan a muchos negocios: "Nos han dejado en una incertidumbre económica y laboral que es un sinvivir. Un montón de gente no lo va a poder solventar y va a tener que dejar el negocio".

En su caso concreto, el Minuto y Medio ha ampliado el horario: "Antes abríamos a las seis de la tarde y ahora al mediodía. Al ser un bar abierto a la calle nos da esa opción, pero eso en el The Hole es inviable, porque es un sótano y nadie va a bajar a tomar algo salvo a la noche".

Durante las escasas semanas en las que han podido abrir hasta las 4.30 horas, reconoce Rilova que había que "hacer de policía" para evitar aglomeraciones y que los clientes se pusieran mascarilla, pero asegura que "la gente se porta bien salvo tres pelaos". "Lo único que queremos es que nos dejen trabajar".

Dice el dueño del Minuto y Medio que este pasado fin de semana se notó "mucho bajón": "La caja hubiera bajado hasta un 40% si no llego a abrir antes. Mantenemos los dos empleados. En The Hole tenemos solo una empleado y con recorte de horario. Y a verlas venir porque va a estar complicado. Y estamos en agosto, que es un mes con días buenos en los que normalmente hemos solventado los días de noviembre o febrero en los que no hay nadie".

También notó este pasado fin de semana "una sensible bajada en caja" Txomin Tellado, de la taberna Txiki: "No te lo voy a cuantificar, pero recortar esa hora y media (locales como el Txiki cerraban el fin de semana a las 3.00) es bastante. Aunque a otros sus horarios se les recorta más y están más afectados. Ya este pasado fin de semana se ha notado menos gente".

Tellado se queja de que la hostelería es un sector que está "siempre en el punto de mira" y critica el papel de las instituciones. "Somos un sector que aportamos muchísimo en impuestos al Ayuntamiento, pero somos ahora castigados. Toca decir que ya vale. Apoyar al sector no es hacer un vídeo con cuatro famosos, sino apoyarlo desde la casa grande", dice señalando el Ayuntamiento.

El problema de las restricciones se agrava, según los hosteleros, porque no saben "hasta cuándo" durarán las medidas decretadas por el Gobierno Vasco. "No dicen nada. Nadie nos ha dicho nada ni de la Semana Grande ni de más adelante. No sabemos la fecha de caducidad, si durarán dos semanas o cuánto. Tenemos trabajadores en ERTE, hay muchos empleos en juego y queremos que las instituciones nos digan cómo van a ser las cosas", exigen.

Los hosteleros que se dirigieron ayer a los medios, que esperan "implicar" a más negocios, dijeron que "por ahora" no se han dirigido a las instituciones para trasladar su mensaje: "Esto lo hemos organizado en muy pocos días. Es un primer movimiento y esperamos que nos lleve a algo más".

Diferencias con otros sectores. Los hosteleros lamentan también "los cierres de los establecimientos donde se ha producido un solo positivo". "Es el único sector al que se le aplica esta norma. No solo se precinta el local como si de la escena de un crimen se tratara, sino que se mantiene cerrado, obviando que el resultado del PCR del resto de empleados ha dado negativo". "Si el Gobierno Vasco ve necesarias estas medidas, exigimos que se apliquen a todos los sectores por igual", piden desde el sector: "Si se cierra un bar por un positivo, ¿por qué no cerrar un centro comercial, una gran empresa, una iglesia, un ayuntamiento, una comisaría?". Tampoco entienden que en otros sectores no se exijan las mismas "medidas preventivas como la desinfección constante de aquello que tocan los clientes inmediatamente después de su uso": "No ocurre en quienes deberían dar mayor ejemplo: OTA, transporte público, centros sanitarios o ayuntamientos".

"Apoyar al sector de la hostelería no es hacer un vídeo con cuatro famosos"

Taberna Txiki

"¿De verdad el motivo de los brotes es que los bares estemos abiertos a partir de la 1.30?"

Herria Taberna

"Solo queremos que nos dejen trabajar; la decisión del Gobierno Vasco es ilógica"

Minuto y Medio