- El 18 de septiembre de 2016, tras un trabajo de tres años, Itsaso votaba a la desanexión de Ezkio; ahora, casi cuatro años después, el Tribunal Supremo anula la constitución de este municipio al entender que, al tener menos de 5.000 habitantes, no cumple con el requisito de población recogido en la Ley estatal 27/2013.

Así lo anunció ayer la Diputación de Gipuzkoa en una nota, en el que también informó de que seguirá “trabajando a favor de los itsasoarras y explorará cualquier nueva opción que pueda abrirse en el futuro”.

“La Diputación ha dado cauce en todo momento a la voluntad de la ciudadanía de Itsaso y hemos hecho todo lo que está en nuestra mano para su constitución como municipio número 89 de Gipuzkoa. Hemos batallado hasta el último extremo y hemos explorado, probado y recorrido hasta el final todas las vías posibles”, expuso la portavoz foral, Eider Mendoza, quien recordó que Itxaso funcionado como municipio independiente desde enero de 2017.

Para la portavoz foral, la política debe servir para “materializar la voluntad popular siempre que sea posible”. “La Diputación ha estado y estará siempre en ese esquema”, por lo que continuará “trabajando y analizando cualquier nueva opción que se pueda abrir en un futuro”.

Por su parte, la noticia cayó como un jarro de agua fría entre los itsasoarras. Su alcalde, Gorka Sasieta, reconoció que la resolución del Supremo le da “mucha pena”, más cuando todo el proceso de desanexión se ha llevado a cabo de manera “ejemplar” y su resultado “no tiene ninguna incidencia” en el Estado. “Hemos llegado a este punto porque el Gobierno del PP puso un recurso. En Gipuzkoa, desde el principio nos han arropado todos los partidos, ha habido total acuerdo entre Ezkio e Itsaso y es una pena”, declaró Sasieta, que avanzó que la localidad estudiará, junto con Ezkio y la Diputación, los pasos a seguir. “Tendremos que estudiarlo en profundidad. Igual la salida más posible será la de crear la entidad local menor, pero habrá que estudiar legalmente cuál es la mejor solución”, indicó.

Ezkio e Itsaso se han visto obligados a entenderse desde la dictadura franquista. Pese a los 10 kilómetros que les separan, y a que ambos municipios tenían sus mugas perfectamente delimitadas con los mugarris, el franquismo les obligó a convivir bajo una misma organización municipal desde 1964. Por aquel entonces, Itsaso contaba con 400 habitantes que fueron disminuyendo paulatinamente con el paso de los años.

Con el objetivo de devolver a Itxaso el peso que tuvo antes de su unión con Ezkio, un grupo de vecinos puso en marcha en 2013 un proceso participativo con una comisión con representación de ambas partes que analizó todos los aspectos jurídicos, logísticos y administrativos del proceso. Un año más tarde, en 2014, se realizaron estudios sobre la viabilidad jurídica y económica de la desanexión, a petición de los vecinos. Se inició así una recogida de firmas que dio inicio al expediente de la segregación. Un año después, el Pleno municipal aprobó el expediente de desanexión. El mismo fue remitido a la Diputación el 4 de abril de 2016 y, tras varias conversaciones, se decidió que fuera la institución foral la que convocara la consulta popular que refrendara el proceso, siguiendo así el camino que anteriormente se tomó con localidades como Ikaztegieta, Orendain, Baliarrain, Leaburu o Gaztelu.

Aquella consulta se celebró el 18 de septiembre de 2016 y arrojó un resultado de 88 votos a favor de la desanexión y 26 en contra. El 14 de enero, se oficializaba esta independencia con la celebración del Pleno de constitución.

Sin embargo, el primer varapalo judicial llegaba el 11 de marzo, cuando el Gobierno de España, entonces en manos de Mariano Rajoy, anulaba la totalidad del proceso mediante un recurso contencioso-administrativo. A partir de entonces se abría una lucha judicial que se cierra ahora con el fallo del Supremo.

El alcalde Gorka Sasieta lamenta este final para un proceso “ejemplar” y estudiará declarar Itsaso entidad local menor