Las indagaciones sanitarias apuntan a un paciente cero llegado desde Lleida -la comarca del Segrià se encuentra confinada a causa de un brote importante de COVID-19-, que habría estado en el bar Sarri y que habría contagiado a los empleados de este establecimiento. "Aunque hemos diseñado un plan de contingencia ante el peor escenario posible, en estos momentos, con mucha precaución, no parece lo más realista", explicó este lunes el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro, quien dio a conocer los primeros datos de los cerca de 900 PCR que se realizaron ayer a escasos metros del epicentro del brote, y cerca de otros 200 en Beasain.

Los 91 resultados que se analizaron este lunes dieron negativo, incluidos los análisis de dos de los tres trabajadores del bar Miami, uno de los cuatro establecimientos cerrados el domingo como medida de prevención. El dato invita a la esperanza, aunque se confirmará hoy, cuando se den a conocer el grueso de los resultados.

Este pequeño muestrario confirmaría, en principio, la ausencia de una transmisión comunitaria, que obligaría a tomar medidas al Consistorio y al Gobierno Vasco, ya que, si se diera, podría suponer que el virus se hubiera propagado no solo por todo el municipio, sino también por la comarca de Goierri. "Si el escenario es otro, puede complicarse todo mucho", apuntaba por la mañana a este periódico el alcalde de Ordizia antes de conocer los primeros resultados, que no descartaba un confinamiento al igual que ha ocurrido en Catalunya y Galicia.

Por lo tanto, por el momento, el foco de Ordizia cuenta únicamente con siete positivos, identificados el domingo, y que trabajan en alguno de los centros de hostelería de la calle Etxezarreta o son clientes de los mismos. La consejera de Salud, Nekane Murga, precisó que cada una de esas personas identificadas podría haber estado en contacto con entre 18 y 20 personas de media, por lo que se pidió a toda persona que desde el pasado 27 de junio hubiera estado en la zona que realizase la prueba PCR y se mantuviesen en cuarentena.

"Pedimos a la ciudadanía que colabore, siendo cada uno consciente de dónde ha estado, que actúe con responsabilidad, y solicite y acuda a realizar la PCR si es necesario", señaló Murga.

La llamada surtió efecto, porque de los entre 500 y 700 test PCR que tenían previsto realizar ayer en las diez carpas que instalaron junto a la plaza Barrene, pasaron a 900. Una cifra que crecerá hoy, dado que se seguirán realizando pruebas de 10.00 a 17.00 horas.

"Es muy pronto porque es una muestra muy pequeña, pero desde Sanidad nos apuntan a que una transmisión comunitaria no parece lo más realista. Aún así, toca ser previsores", recalcaba Ezenarro.

Las investigaciones sanitarias apuntan a un paciente cero llegado desde Lleida como posible origen del brote. Esta persona habría estado en el mencionado bar Sarri y habría contagiado a sus empleados.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, confirmó esta sospecha al afirmar que los casos positivos de Ordizia "serían importados de otra comunidad autónoma" que se habría convertido en un foco "familiar-comunitario". "Se trata de un brote interesante por varios aspectos. Se inició con importados desde otra comunidad, en un entorno familiar y de amigos y que se ha acabado convirtiendo en familiar-comunitario, de los que llamamos mixtos", puntualizó.

La alarma en Ordizia saltó el sábado, cuando se notificaron dos positivos procedentes de otra comunidad autónoma. La conexión de estas dos personas estaba en el bar Sarri de la calle Etxezarreta, por lo que se procedió a su cierre y a realizar test de sus empleados. A dar los trabajadores positivo el domingo, se decidió proceder al cierre de otros establecimientos cercanos: el pub Haka, el bar Miami y el kebab Elysées. Además, se lanzó el llamamiento a todos aquellos vecinos y visitantes que hubieran estado en la zona desde el pasado 27 de junio que solicitaran cita para realizarse la prueba PCR.

Esto llevó a que durante toda la mañana de ayer se congregaran decenas y decenas de personas frente al ambulatorio, situado precisamente en la misma calle en la que se notificó el brote, y se llevasen a cabo también pruebas en localidades cercanas como Beasain y Tolosa. Una de las mayores inquietudes de los sanitarios era que, al ser una zona de gran afluencia de jóvenes, el virus pudiese haberse expandido a lo largo de la comarca de Goierri. Un temor que, de confirmarlo el resto de datos, dejaría de existir.