DONOSTIA - El Departamento de Educación planea un inicio de curso presencial en septiembre para todas las etapas de la enseñanza en Euskadi si el escenario sanitario lo permite, en el que los estudiantes de ESO y Bachillerato acudan a los centros en jornada continuada, al tiempo que analiza otras alternativas si la situación epidemiológica empeora y se producen rebrotes.

El Departamento está contrastando con los agentes educativos el diseño del próximo curso con la intención de cerrarlo "cuanto antes", ya que el actual acabará para la mayoría del alumnado la tercera semana de junio.

El Gobierno vasco baraja tres escenarios en función de la incidencia de la COVID-19 en Euskadi en el arranque del curso, según han confirmado a Efe fuentes de Educación. En el mejor de los tres, se apuesta por un inicio de curso el 7 de septiembre, similar a los anteriores.

Si se dan las condiciones sanitarias el alumnado de todas las etapas retornaría a las aulas de manera presencial, con servicios como el comedor y el transporte incluido. Los niños de Infantil y Primaria acudirían a los centros por la mañana y por la tarde, como habitualmente, mientras que todos los de ESO y Bachillerato tendría jornada continuada de mañana.

El Departamento considera que no sería necesario contratar profesorado adicional porque no habría cambios con respecto a la marcha habitual de los cursos escolares, al no ser preciso dividir al alumnado de un aula en dos.

El segundo escenario sería similar a la situación actual y se activaría en el caso de que el coronavirus no permitiese que todo el alumnado acudiese a la vez a los centros. La situación obligaría a activar distintas "fórmulas", como la habilitación de turnos presenciales o la suspensión del servicio de comedor, entre otras.

Por último, en la peor de las previsiones se volvería a lo que ha estado vigente hasta el 25 de mayo, cuando parte del alumnado ha retornado a las aulas, es decir, a la enseñanza telemática desde los hogares y al cierre de los centros para la educación presencial.

El Departamento es consciente de que podría darse esta situación, aunque mantiene la "esperanza" de recuperar al cien por cien la enseñanza presencial, y por eso ha mejorado la red wifi de los centros educativos y va a adquirir 20.000 ordenadores portátiles para septiembre, con el objetivo de mejorar las herramientas telemáticas de las que dispone la red pública y facilitar que las familias que no tengan estos dispositivos puedan acceder a ellos.

Fuentes del departamento han señalado que se está trabajando en el diseño de cada una de las tres posibilidades y en las transiciones por si fuese necesaria saltar de una a otra. "Trabajamos para disponer de cada plan de contingencia determinado, en cómo debería ser en cada escenario y en cómo debería reaccionar cada centro ante un hipotético cambio de escenario", han indicado.

El Gobierno vasco decidió suspender las clases presenciales para todo el alumnado el pasado 13 de marzo, aunque en los centros de Gasteiz y en la localidad alavesa de Labastida llevaban días ya cerrados los centros por ser uno de los focos iniciales de coronavirus.

El 25 de mayo, y tras cambios de fecha y de criterios por parte del Departamento de Educación, volvió a las aulas parte del alumnado de cuarto de la ESO, FP y Bachillerato con medidas higiénicas y de prevención sanitaria, decisión que el Ejecutivo de Iñigo urkullu dejó en manos de las direcciones de los institutos y que contó con críticas por parte de los sindicatos.