- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) corregió ayer las cifras que había publicado el domingo sobre el número de test PCR realizados en España, que ha quedado relegada del octavo al décimo séptimo puesto, por debajo de la media, después de las críticas que recibió, entre ellas del PP, tras conocerse el informe.

En un comunicado, la OCDE señaló que lamenta “la confusión creada en una cuestión sensible por un debate sobre cuestiones metodológicas”, en alusión a que inicialmente había sumado en el caso de España las cifras de las pruebas PCR de detección con las serológicas, cuando para el resto de los países solo se contabilizaban las primeras.

Junto a esta explicación, esta organización publicó una nueva tabla comparativa con los datos actualizados de los 36 Estados de la organización tomados de la plataforma Our World in Data (OWID), de la Universidad de Oxford.

España queda relegada a la décimo séptima posición con 22,3 test por cada 1.000 habitantes, por debajo de la media de 23,1 y de los países que lideran la lista como Islandia (135), Luxemburgo (64,6) o Italia (29,7).

En otro orden de cosas, ayer se dio a conocer que la Asociación Española de Pediatría (AEP) estudia la relación entre la COVID-19 en niños y un cuadro clínico conocido como Shock Pediátrico que se puede desencadenar por diversos agentes infecciosos, y está recopilando la información existente con evidencia documentada que se ha descrito en diferentes países.

En un comunicado, los pediatras responden a las informaciones internacionales publicadas sobre varios cuadros clínicos graves en población pediátrica en otros países, relacionados con la COVID-19. Hacen un llamamiento a la calma ya que dicho cuadro clínico “es muy raro” y el modelo sanitario español permite actuar ante los primeros síntomas.